Los 75 diputados aseguran que las declaraciones que figuran desde ayer en la web del Parlamento recogen "fielmente" sus "rentas y sus bienes". Esta maniobra que aspira a "mejorar la confianza" de los ciudadanos en los políticos, según afirman los tres grupos parlamentarios. En algunos casos lo que los gallegos descubrirán es que las declaraciones patrimoniales de sus señorías -casi todas en régimen de gananciales- no son demasiado diferentes a las de cualquier ciudadano de a pie, mientras que en otros podrán comprobar cómo las buenas inversiones o las herencias facilitan el acomodo de sus señorías más allá de las retribuciones por la labor que ejercen en el Parlamento, un apartado que no hace público.

A primera vista, destaca por su patrimonio una diputada del BNG, Teresa Táboas, cuyos caudales están vinculados al hecho de que su familia emigró a México. En la capital del país centroamericano posee una vivienda unifamiliar -aparte de la de Pontevedra-, solares, gasolineras y locales comerciales. Pero su fortuna no se mide solo en metros cuadrados, sino también en euros: sus participaciones en empresas familiares en México suponen 1,5 millones de euros. No es de extrañar que sea de los contados parlamentarios que no adeudan nada a los bancos y que pueda poseer una colección de arte de 450.000 euros. Pedro Arias (PP) no tiene nada que envidiarle. Es más: la supera en valor de acciones, con 1,651 millones. Más modestas, por valor de 286.000 euros, son las participaciones que posee una de las diputadas más endeudadas con el banco, la popular Natalia Barros.

El líder del PSdeG, Manuel Vázquez, destaca por la cifra de propiedades que declara: un piso, tres plazas de garaje, una casa, tres fincas y cuatro locales comerciales. Estos últimos son su aportación a una sociedad, lo que en euros se traduciría en unos 200.000. Vázquez no es el único que puede presumir de bienes. Agustín Baamonde (PP), le supera con creces: además de un piso, recibió en herencia una casa con terreno, un solar, una casa agraria y 21 fincas. La popular Yolanda Díaz también destaca por sus propiedades, entre ellas 6 pisos, una casa, un local comercial y un barco. Claro que es también la segunda parlamentaria que más adeuda al banco, 342.171 euros, solo superada por Beatriz Sestayo (PSdeG), cuyas cuentas pendientes ascienden a 351.169 euros, aunque en este momento está pasando de gananciales a separación de bienes. Por el contrario, uno de los que posee mejores saldos en la cuenta es el popular Dámaso López, que posee 340.000 euros.

Si lo que se mira es lo que los diputados abonan de IRPF, el popular Miguel Ángel Fernández López lidera la lista, con casi 30.000 euros. Le seguiría la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo (PP), con 27.219, y Alberto Núñez Feijóo, con 23.496. Lejos están, por ejemplo, del portavoz del BNG, Carlos Aymerich, que debe pagar unos siete mil, o el portavoz del PP, Pedro Puy, que no llega a cinco mil.

Las declaraciones demuestran que si bien algún que otro diputado se resiste a invertir en una casa, ninguno le dice que no a un medio de automoción. Algunos destacan por ello. Por ejemplo, María José Caride (PSdeG) tiene tres automóviles y una moto, y José Manuel Baltar (PP), que no declara bienes inmuebles, dispone de dos autos y una moto.