El próximo sábado el BNG tiene una cita clave para su futuro, el consello nacional, que debe aprobar el texto que marque el rumbo de la organización nacionalista y le ayude a salir de la crisis, y en este cónclave Máis Galiza y Encontro Irmandiño visualizarán su acercamiento con una petición conjunta, la creación de una comisión en la que estén representadas todas las sensibilidades del BNG y que gestione el proceso asambleario que vive el frente y que concluirá a finales de enero con la elección del portavoz nacional.

La propuesta de crear esta comisión parte de la formación liderada por Xosé Manuel Beiras que pretende que este órgano de control vele por la limpieza de la asamblea, y no se repitan polémicas como las de citas anteriores, cuando los Irmandiños acusaron a la UPG de manipular los censos de la militancia a su favor. En esta comisión estarían los seguidores de Beiras, que ahora no están representados en la executiva, es decir en la dirección a la que le corresponde la organización de la asamblea, y en la que sí están la UPG y Máis Galiza.

En los contactos abiertos entre Máis Galiza e Irmandiños, el partido liderado por Carlos Aymerich ha mostrado su plácet a la iniciativa de los segundos, pues entienden que permite visualizar que "el BNG es de todos" y "todos tienen que participar". En todo caso, sospechan que la UPG puede rechazar la propuesta, pero consideran que el sábado si acuden todos los representantes de Máis Galiza e Irmandiños al consello nacional la votación está ganada y habrá comisión. Hay un temor: la celebración del consello nacional coincide con un homenaje a Xosé Manuel Beiras, y sus afines deberán elegir entre rendir honores a su líder o ganar una batalla, que no la guerra a la UPG, y visualizar una posible alianza de futuro con los seguidores de Aymerich. Esta victoria pondría nerviosa a la UPG, pues podría ser un adelanto de lo que puede pasar en la asamblea de enero si Aymerich y Beiras unen fuerzas.

Máis Galiza e Irmandiños apuestan, aunque con diferencias de criterios, por un cambio de rumbo en el BNG, al que se niega la UPG, por ello para abrir una nueva etapa en la tercera organización política de Galicia se impone un acuerdo entre Aymerich y Beiras. Este pacto no cuajó en la última asamblea, pero en esta ocasión desde Máis Galiza el mandato de las bases es buscar un acuerdo a ser posible con todas las fuerzas que integran el BNG, pero de ser imposible, buscarlo con "los más afines", y estos son los Irmandiños. En todo caso, desde ambos bandos advierten de que no será fácil.

Por otra parte, la comisión que intenta pactar el documento que ha de marcar el futuro ideológico y organizativo del BNG se reúne el lunes, pero la negociación está atascada a una semana de que el consello nacional deba aprobar el texto. UPG y Máis Galiza han puesto encima de la mesa textos en muchos puntos divergentes. Encontro Irmandiño defiende sus tesis de viva voz. Las diferencias no son baladíes. La UPG propone que el BNG como fuerza nacionalista que es trabaje por la creación de "la República de Galiza", al tiempo que hace un balance crítico de la autonomía gallega. Sin embargo, Máis Galiza defiende avanzar hacia "un Estado plurinacional" y concluye que "la autonomía supuso un avance histórico trascendental".