Santiago Casares y Pérez de Évora es uno de los "mártires de la Cruzada". El teniente de artillería, de familia de Santiago y ahora afincada en Ferrol y Madrid, fue asesinado a principios de agosto de 1936 mientras estaba preso en la Fortaleza de la Mola (Menorca), utilizada como cárcel militar durante la Guerra Civil. Según varios testigos de los hechos, un cabo le traicionó y fue cuando le detuvieron y días después lo mataron de un tiro en la nuca.

En una carta dirigida por un excabo al padre de Santiago relata el encuentro que tuvo con él tras su arresto. "El 23 o 24 (de julio), estando yo barriendo, trajeron al teniente Casares detenido, venía de militar con pantalón recto, sin correajes y bastante despeinado, así como también traía en el rostro señales de haber sido maltratado. Los de la guardia lo dejaron un momento solo mientras entraron en el cuarto de banderas y en esa oportunidad (...) me dijo: 'si sales de esta, abraza a mis padres" volvió luego la cara hacia mí y pude observar que se deslizaban dos lágrimas por su rostro... 'prometido, no pierda esperanza', movió la cabeza de uno a otro lado como diciendo que no había ninguna, en esto salieron unos soldados y lo llevaron a la Penitenciaría". En la madrugada de 3 al 4 de agosto, Casares apareció muerto de un tiro en la nuca junto al pozo situado en medio del patio de la Mola (en la imagen).