Hacer de la necesidad virtud. Este planteamiento podría ser el que oriente una iniciativa de la flota gallega que pretende ofrecer soluciones al problema que se planteará al sector cuando, como se espera, la Unión Europea (UE) apruebe su decisión de eliminar los descartes pesqueros, es decir, a las capturas no deseadas que se devuelven al mar. Al margen de la necesidad de buscar soluciones a esta más que previsible imposición de Bruselas, la flota gallega lleva ya tiempo implicada en la investigación de sistemas que permitan reducir los descartes pesqueros y, en esa línea, el diseño y aplicación de nuevos aparejos de pesca se plantea desde hace años como una de las más adecuadas.

En esta línea y tomando el testigo y parte del legado del ambicioso proyecto Redes -truncado por los cambios y los ajustes del Ministerio de Ciencia y Tecnología-, la Secretaría General del Mar acaba de aprobar un proyecto de investigación de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la empresa Tecnopesca. El proyecto consiste en fabricar entre este año y finales del próximo, y probar, con observadores, en un arrastrero de litoral de Marín dos prototipos de aparejos ya testados en el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (Madrid).

"Pretendemos comprobar las diferencias de este aparejo de pesca con el habitual, demostrar que coge menos descarte sin mermar las capturas de las especies de interés comercial y al mismo tiempo, si reduce el gasto de combustible al recogerse el aparejo con menos carga", explica Jorge Romón, responsable del departamento de I+D de Arvi, quien precisa que se experimentará la eficacia de dos de los cuatro prototipos de nuevas redes diseñados.

Los nuevos aparejos presentan, respecto a los convencionales, diferencias que se concretan, tal como explica Romón, en que "tienen dispositivos de escape, que permiten salir de la red a las especies de menor tamaño", como ocurre con las que no son objetivo de la flota pesquera.

La flota de arrastre de litoral tiene como principales objetivos de su actividad en la costa gallega especies como la merluza, rapante, cigala, faneca o bacaladilla. En la actualidad, sus descartes representan un porcentaje superior al 40%, con capturas no deseadas de especies sin o con escaso valor comercial hasta ahora como patexo, langostilla, músico o carnavalito.

Romón señala que la previsión es lograr que las nuevas redes permitan escapar de la captura a estas especies de forma que el índice de los descartes no alcance ni el 10% del total de las capturas sin que ello merme la entrada a las redes de las especies comerciales.

"Esperamos también que al cargarse menos las redes con estas especies sin valor económico, se reduzca el peso y, por tanto, el gasto de carburante y veremos cuánto, por lo que este proyecto combina dos objetivos: ambiental y económico", indica Romón.