El alcalde de Vigo, Abel Caballero, criticó ayer que la sede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) esté en A Coruña, a la que se refirió como "la segunda ciudad de Galicia", en vez de en la ciudad olívica, que es "donde tendría que estar". A preguntas de los medios sobre una sanción al Ayuntamiento por no demoler varias plantas ilegales de un edificio, el regidor comentó que "esto no pasaría" si el Alto Tribunal gallego "estuviera en la primera ciudad de Galicia: Vigo".

Por otra parte, defendió que los alcaldes socialistas buscan mayor peso orgánico dentro de su partido, no intervenir en la elección del líder del PSOE que sucederá a José Luis Rodríguez Zapatero. Caballero es el impulsor de un movimiento entre los alcaldes de su formación para plasmar su poder real con mayor cuota de decisión interna. En este sentido, según explicó ayer este grupo de trabajo "no entra en cuestiones de poder ni de dirigir el partido", sino que reclama al PSOE que "se abra más a la sociedad". Él mismo, con el bastón de mando del segundo feudo municipal socialista más importante tras Aragón, es el encargado de redactar un escrito que reúna las demandas de más de una treintena de regidores que a mediados de mes se reunieron para abordar su peso en la formación. El alcalde desvinculó este documento de los manifiestos socialistas surgidos en los últimos días: Mucho PSOE por hacer y Yo estuve allí. El primero con la firma de los exministros Carme Chacón y Francisco Caamaño reclamaba autocrítica y el segundo, suscrito por una veintena de altos cargos del Gobierno y que fuentes socialistas vinculan directamente a Alfredo Pérez Rubalcaba, reivindicaban la figura de Zapatero.

Caballero indicó que todos los que manifestaron alguna opción de optar a liderar el partido recibirán el texto "sin que eso signifique dar apoyo a ningún candidato". Quien sí se mostró crítico esta semana con los firmantes del primer manifiesto ha sido el alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, que censuró la crítica de quienes acompañaron a Zapatero en el Gobierno. Entre el grupo de trabajo, que reunió en Ferraz a los regidores socialistas de ciudades con más de 50.000 habitantes, se encuentra uno de los nombres que figuran en las quinielas como aspirante: Emiliano García-Page, regidor de Toledo.

Caballero descartó ayer que ese texto se convierta en "alternativa" de cara al Congreso Federal de su partido de febrero. Conscientes de que solo mantienen el poder autonómico en Euskadi y Andalucía, donde se prevén elecciones en tres meses, los alcaldes reclaman un peso orgánico acorde con su nuevo estatus, como nuevos barones de la organización socialista.