Mientras la futura Lei de Espectáculos prohibirá la entrada de menores de 12 años a las corridas de toros, el borrador de la ley de caza del Gobierno gallego propone que la edad legal para obtener una licencia de caza pase de los 16 a los 14 años. En todo caso, eso no implicará, subrayan desde la Consellería de Medio Rural, que el menor pueda hacer uso de armas. Para eso tendrá que esperar, como hasta ahora, a cumplir los 16. Con la reforma, solo podrá asistir a las cacerías -siempre acompañado de adultos-y asumir tareas que no requieran el uso de estos dispositivos, como "dirigir las piezas hacia una zona determinada" o "las labores que se hacen con perros".

La consellería que dirige Samuel Juárez argumenta su propuesta -que entrará en fase de exposición pública cuando reciba el visto bueno del Comité Galego de Caza- en la necesidad de garantizar el "relevo generacional" y "fomentar la afición" a una actividad que el Gobierno gallego ve "clave" para gestionar las poblaciones de diferentes especies. "No se puede gestionar el medio de un modo más eficaz que con la caza", señaló Samuel Juárez, quien subrayó también la importancia de esta práctica, que no es solo una actividad "lúdica", para la dinamización de zonas rurales. De hecho, según Medio Rural, esta actividad mueve 94 millones de euros al año en Galicia.

En la actualidad, según explicaron desde Medio Rural, seis de cada diez titulares de licencias de caza en la comunidad superan los 40 años. La apuesta por introducir savia nueva en los cotos provocó ayer el rechazo de la asociación ecologista Amigos da Terra, que ve la medida que recoge el anteproyecto de ley como un "grave síntoma de enfermedad social e institucional".

Tampoco recibe el beneplácito de estos ecologistas otra de las novedades que la Consellería se propone introducir en la norma: las batidas "preventivas" fuera de temporada. Hasta este momento, la ley restringía las batidas del jabalí en los meses de cría para que no se perjudicase a otras especies. A partir de ahora, se "flexibilizan" los períodos hábiles y, además, se autoriza una caza de forma "preventiva". Es decir, antes de que los jabalíes cometan daños en un sembrado, por ejemplo, si en ese lugar se han producido daños con anterioridad, se podrá realizar una batida. Siempre, eso sí, que se cuente con la autorización del Ejecutivo autonómico. No habrá que esperar a acreditar los daños para tomar medidas.

El concepto de "flexibilidad" también atañe a otro aspecto de la ley, el que regula las zonas de veda. Hasta ahora, en estas áreas estaba totalmente prohibido cazar, lo que provocaba, según Juárez, que se convirtiesen en "verdaderas reservas" para los depredadores. A partir de ahora, previa autorización, se permite a los tecores actuar sobre estas superficies. El objetivo es un "mayor control" sobre especies como el jabalí y el corzo y que los tecores cumplan las expectativas en lo que se refiere al número de animales abatidos, lo que redundará, tal y como asegura el conselleiro de Medio Rural, en que se produzcan menos accidentes.

La futura legislación incluirá también un listado de infracciones que podrán, en el caso de las muy graves, implicar multas de hasta 30.000 euros. Entre las sanciones muy graves se halla el uso de miras nocturnas, láseres o silenciadores. Y es que, "además de mejorar la seguridad" y adaptarse a los nuevos tiempos, uno de los objetivos de la reforma legislativa es convertir la caza es una actividad "más ética y responsable", según el conselleiro de Medio Rural. El conselleiro afirmó además que el año pasado se abrieron unos 90 expedientes, de los cuales 19 eran por faltas muy graves y 40 por incidencias de carácter grave.

Aunque todavía está por definir, la Xunta avanza que la reforma de la Lei de Caza incluirá la creación de un fondo de corresponsabilidad para "hacer frente a la problemática de los daños que causan las especies cinegéticas", especialmente el jabalí. El conselleiro de Medio Rural avanzó que la dotación de estos fondos -a la que contribuirán no solo tecores y Administración, sino también titulares de explotaciones agrícolas y ganaderas- podría servir para paliar los resultados de ataques, cercar zonas para evitarlos o promover áreas de sembrado en cotos de caza para que "la fauna no se desplace a zonas donde pueda hacer daño", según Juárez.

El conselleiro también explicó que la Xunta aboga por que la responsabilidad por daños en el caso de accidentes no corresponda únicamente a los cazadores, "como ocurría hasta ahora". El Ejecutivo gallego, indicó, ha "capitaneado" un cambio legal que ya ha sido aprobado por la Comisión estatal de Biodiversidad y con la que se busca que los cazadores respondan solo si tienen una "responsabilidad directa" en el suceso. Solo queda que el Ministerio de Interior dé el visto bueno a la iniciativa como departamento competente en la materia. Si no, afirma Medio Rural, se haría cargo el seguro del vehículo.