Manuel Fraga, de 89 años, ha empeorado su salud a causa de una infección "respiratoria grave" que le mantiene en cama desde hace unos días. El expresidente de la Xunta y exsenador del PP, que se retiró de la vida política en septiembre del año pasado, permanece en su casa de Madrid atendido por su hija Isabel, con la que vive y que es médico. Fuentes cercanas al exjefe del Ejecutivo gallego confirmaron a este periódico que ayer comieron todos sus hijos en el domicilio de Madrid.

El fundador y presidente de honor del PP había reducido sus apariciones públicas desde que el 7 de abril del año pasado tuvo que pasar por el quirófano para ser intervenido de una fractura de cadera tras una caída en su domicilio. Su delicado estado de salud también le impidió el pasado mes de agosto pasar sus vacaciones en Galicia. Por primera vez, no visitaba su casa en la localidad coruñesa de Perbes y prefería quedarse en Madrid.

La salud de Fraga se resintió un poco en la última década. La dolencia más grave se le detectó el 1 de octubre de 2003, cuando en una revisión rutinaria el cardiólogo le descubrió un "trastorno eléctrico" del corazón. Ese mismo día se le implantó un marcapasos. En febrero de 2001 ya se había operado de una hernia discal que le provocaba fuertes dolores de espalda y al año siguiente fue intervenido de otra hernia, en ese caso inguinal.

Fraga también sufrió varios desmayos en actos públicos. Uno de ellos el 23 de enero de 2003 durante la inauguración de la feria de turismo de Madrid, Fitur, y otro el 5 de octubre de 2004 en el debate sobre el estado de la autonomía mientras leía su discurso. Solo un año después, en la sede del PP, en el transcurso de una reunión del comité permanente también se desvanecía, un día después de que se cayera al suelo tras un resbalón al final de una comida con el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con motivo de una visita oficial a Galicia.

Apariciones públicas

Cuando tenía trece años, Fraga decidió que quería dedicarse a la política. Solo la edad, y los consejos de su familia, consiguieron que renunciase a un empeño que le ocupó activamente durante 60 años de su existencia. En septiembre del año pasado, fuentes próximas al ex mandatario gallego anunciaban que este pondría punto final a su dilatada trayectoria profesional al renunciar a repetir como senador por designación autonómica por expreso deseo de su familia.

La participación de Fraga en la vida pública fue decreciendo a lo largo de los últimos meses, tras haber sufrido en abril del año pasado una caída en su domicilio de Madrid -donde vive con una de sus hijas- que le provocó una lesión de cadera por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Con el abandono de la política por parte de Fraga, que cumplió 89 años el pasado 23 de noviembre, se retiró el único político que seguía en activo que ocupó cargos destacados durante el franquismo, la Transición y la democracia: ministro de Turismo e Información, padre de la Constitución de 1978 y presidente de la Xunta entre los años 1990 y 2005, además del escaño de senador por designación autonómica que ocupaba desde 2006.