El Gobierno gallego aplicará durante tres meses un proyecto piloto para flexibilizar la jornada de sus trabajadores, que podrán trabajar dos días a la semana desde su domicilio y distribuir su horario con mayor libertad. La iniciativa, aprobada ayer por el Consello de la Xunta, se aplicará de momento en los servicios centrales de la asesoría jurídica de la Administración gallega.

Se trata de un nuevo paso en el proyecto Kronos, que otorga una tarjeta digital a cada trabajador para poder tramitar desde cualquier ordenador cualquier documento oficial y también para controlar su horario laboral. En el caso del teletrabajo, los empleados podrán realizar como máximo dos días a la semana su jornada desde su domicilio, siempre localizados por si debiesen regresar a sus puestos.

En el caso de la flexibilización, los trabajadores tendrán una parte fija de la jornada laboral de 09.00 horas a 14.00. El resto podrán completarlo entre las 07.00 y las 09.00 o entre las 14.00 y las 20.00 en función de sus necesidades. Ambas modalidades son incompatibles y no podrán en ningún caso, remarca la Xunta, suponer el incumplimiento de la jornada de 37,5 horas semanales, que el Gobierno central impondrá a todos los empleados públicos, incluidos los locales. En caso de que la iniciativa resulte positiva, la Xunta podría ampliarla al personal que obtendrá la tarjeta Kronos: 20.000 de sus 90.000 empleados.

La productividad de los trabajadores públicos es un asunto sobre el que insisten los dirigentes políticos. Ayer, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, provocó cierta polémica al animar a este colectivo a olvidarse "de tomar el cafelito y de leer el periódico" para ser más efectivos. En un desayuno informativo organizado por el Foro Aragonex, Beteta reclamó mayor productividad y cargó contra el periodo de descanso de los funcionarios, al tiempo que cifró en 2.500 millones el ahorro para las arcas públicas tras la decisión del Gobierno de ampliar la jornada de los empleados públicos de 35 a 37,5 horas.