Por primera vez desde 1993 los gallegos verán un debate electoral en unas autonómicas, algo inédito en estos comicios desde el enfrentamiento de Manuel Fraga y el socialista Antolín Sánchez Presedo. El BNG aceptó ayer la confrontación en los cara a cara que exigió el PP, que rechaza, como en el año 2009, el combate dialéctico a tres bandas. En aquella ocasión los entonces socios del bipartito rechazaron esa opción.

La aceptación del formato propuesto por los populares, sin embargo, no impidió que PSdeG y Bloque presionasen ayer a Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta y candidato a la reelección, para celebrar un enfrentamiento con los tres cabezas de cartel al mismo tiempo. Galicia cuenta con un precedente de este formato, cuando en las generales del año 2008 se batieron el entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, su vicepresidente, el nacionalista Anxo Quintana, y el propio Feijóo.

La directora de campaña del BNG, Montse Prado, remitió ayer una carta a PP y PSdeG para proponerles una reunión y acordar los términos de los debates "sin establecer de entrada ningún tipo de condición previa y con el ánimo de estudiar cualquier fórmula que se plantee".

Lo hizo minutos después de que su homólogo popular, Alfonso Rueda, hiciese lo propio para ampliar la propuesta de debate que ya ha aceptado el líder de los socialistas, Manuel Pachi Vázquez. Este evidenció ayer sus ganas de batirse con Feijóo. "Le dije al presidente de la Xunta que nos valen a dos y a tres, aunque creemos que los debates a tres son muy justos. Nosotros estaremos en todo tipo de debates", indicó en Ourense antes de pedir de nuevo la dimisión de Rueda como conselleiro de Presidencia para evitar "confusiones" mientras dirige la campaña del PP.

El BNG también pide a los dos partidos establecer un debate sobre todas las modalidades de enfrentamientos, pero que serían siempre emitidos por un medio público. Carme Adán, responsable de Comunicación del Bloque, dejó claro que su formación también se plantea un enfrentamiento entre su candidato, Francisco Jorquera, y Vázquez. "No estamos cerrados a ningún formato", subrayó antes de aclarar su predilección por que los tres candidatos de fuerzas con representación parlamentaria actual se batan al mismo tiempo . "Lo coherente, normal y democrático es que sea a tres. No entendemos el problema que tiene Feijóo con ese tipo de debates", se preguntó Adán.

Ahora los tres partidos iniciarán los contactos formales para fijar fechas y reglas de los enfrentamientos. Galicia es una comunidad poco propensa a estos enfrentamientos, pues solo cuenta con los citados antecedentes de 1993 y 2008.

En 2009 Feijóo rechazó un enfrentamiento a tres por entender que se trataba de un dos contra uno. "Es un formato más ágil y evita ese dos contra uno. Nosotros fiamos todo a que el jefe gane los dos", comentan fuentes de la cúpula popular, evidenciando que su campaña se centrará en la figura de Feijóo, cuya imagen consideran está todavía al margen del desgaste que, reconocen, sufren las siglas del PP. Hasta los socialistas comparten ese análisis.

"Feijóo carece de gestión, pero su imagen está bien valorada. Su gran hándicap son los nueve meses de Mariano Rajoy en Madrid, si Pachi entra bien su discurso y sus mensajes tiene opciones de dejar poso en la gente, lo importante es que no se disperse", confiesan voces de la sala de máquinas socialista, que reconocen que "un debate a tres sería más difícil para Feijóo porque recibiría por varios sitios".

El PP, que no contempla una negativa de última hora a debatir entre PSdeG y BNG, centró el foco en el asalto entre Feijóo y Vázquez. "Es el importante", aseguró su portavoz parlamentario Pedro Puy.