-Ha dicho que el Gobierno tocará las pensiones. ¿Cuál es la agenda oculta que denuncia de Rajoy?

-Es evidente. El PP a nivel estatal está preparando el terreno para el segundo rescate e incluso pretende que la sociedad lo vea como normal. Esta solicitud de segundo rescate supondrá una dejación clara de la soberanía del Estado español y estará condicionada la compra de deuda por parte del BCE a la imposición de condiciones enormemente duras. Entre ellas, estará un recorte muy profundo del sistema público de pensiones. Por ese motivo Rajoy dicta a Feijóo que deben celebrarse ya las elecciones coincidiendo con las vascas.

-Acusa a Feijóo de seguir los dictados de Rajoy, pero ya se ha distanciado de él...

-Se distancia ahora que llegan las elecciones y tiene que procurar preservar su resultado, pero no lo hizo durante la legislatura. Feijóo se ha comportado como fiel escudero de Rajoy. Tras la táctica de marcar distancias con él, se oculta es el nerviosismo de Feijóo, que sabe que existe un descontento social mayoritario por las políticas del PP en la Xunta y el Gobierno central. El 21-O la sociedad gallega tiene dos oportunidades: apostar por una alternativa como el BNG que actúe como un dique contra los recortes. Si el PP gana, Rajoy se sentirá legitimado para profundizar su política agresiva con la mayoría social. También se podrá poner fin al peor Gobierno de la historia de Galicia.

-Ante ese malestar que dice percibir en la sociedad, ¿qué análisis haría si no logran tumbar al PP?

-No contemplamos esa hipótesis. El BNG está centrado en que ese malestar se traduzca en políticas diferentes.

-Para lograrlo dice usted que no pactaría con los socialistas a cualquier precio...

-El BNG concurre a los comicios con la voluntad de recabar los apoyos suficientes para hacer posible el cambio que necesita Galicia. Vivimos tiempos donde no es suficiente con que se produzca una alternancia en el Gobierno gallego. Ya se produjo en Madrid. Aquí se requiere un profundo cambio en las políticas públicas. Somos la fuerza política que garantiza ese cambio real. En un escenario donde ninguna fuerza tenga apoyos suficientes para gobernar en solitario, lo fundamental es que cualquier cambio de Gobierno esté supeditado a ese cambio.

-Incluso podrían plantearse no entrar en un hipotético Gobierno bipartito...

-No entraré en hipótesis hasta el 21-O.

-¿Y un tripartito, a la vista de las nuevas formaciones que se presentan a los comicios autonómicos?

-Creo que lo que toca ahora es que cada uno explique sus propuestas y será tras el 21-O cuando haya análisis. Hay muchas fórmulas posibles, incluso un bipartito entre el PP y Mario Conde, que no dejaría de ser una coalición natural ilustrativa de estos tiempos.

-Estos comicios coinciden con la irrupción de otras fuerzas políticas. ¿Esa fragmentación del voto puede lastrar el cambio?

-El PP está muy interesado en la fragmentación y la dispersión del voto porque favorece que mantenga la mayoría absoluta. El BNG trabajará por todo el voto de izquierdas, nacionalista y que apueste por el cambio. Somos la garantía.

-¿Les molesta que la Syriza gallega sitúe al BNG en el establishment?

-Las fuerzas integradas en esa coalición llevan en la vida política mucho tiempo, como organizaciones o bien porque algunas personas ocuparon puestos institucionales u orgánicos en otras formaciones políticas. No son nuevos. Pero el Bloque está centrado en hacer posible el cambio. Trabajamos para ser una alternativa al Partido Popular. Quien quiera ser alternativa al BNG, se confunde de prioridades.

-¿Qué pensaría si esa dispersión provoca que el PP logre la mayoría absoluta?

-Me gustaría que no sucediese lo que en Santiago, donde (el popular Gerardo) Conde Roa alcanzó la Alcaldía por 15 votos, entre otras razones porque se benefició de la dispersión de los electores que tenían claro que el gobierno del PP sería un desastre para Compostela.

-Su formación acepta los debates a dos. ¿Debatirá con el candidato socialista?

-Por supuesto. No daremos a Feijóo disculpas para que eluda debatir.

-¿Integrarán las listas a todas las sensibilidades internas del BNG?

-El proceso interno de este año tuvo un coste, pero se superó. Las listas reflejarán la realidad del BNG, que es una organización plural. Pero aún no está cerrado el proceso y sería una falta de respeto especular.

-¿Qué le parece el creciente desprestigio de la clase política?

-No me considero miembro de ninguna clase, sino un ciudadano con un compromiso político. Es lógico el descontento en la medida en que se identifica a los políticos con las políticas imperantes, en muchos ámbitos las decisiones no se toman en función de las necesidades ciudadanas, sino sirviendo a los poderes económicos. También existe un interés de la derecha en extender el desprestigio de la política. La emergencia del fascismo en Europa y España fue precedida de una campaña de desprestigio de la política.

-¿Es una situación similar?

-Hay muchos signos de cierto auge de un populismo de derechas peligroso. Vivimos tiempos donde muchas instituciones democráticas se convierten en decorados porque las decisiones se toman en ámbitos que no emanan de la voluntad democrática. Eso lo vemos con Rajoy rogando al presidente del BCE que compre deuda.

-¿Cómo solucionarán el problema del paro?

-El dato de paro registrado de agosto no puede ocultar el fondo: aquí nunca hubo tantos desempleados. El BNG pondrá en sus prioridades crear empleo y las políticas sociales. Un Goberno liderado por el BNG tendrá política industrial, pesquera y agraria, algo que no tuvo esta Xunta. También reclamaremos la participación directa de Galicia en la UE. No es presentable que el futuro del naval dependa de decisiones de Madrid o Bruselas sin que tengamos capacidad de decisión. Además, frente a la política actual de sanear con recursos públicos la banca privada, impulsaremos un banco público gallego.

-¿Cree que tiene futuro NCG Banco?

-Con el diseño en marcha se sirve el escenario para que sea absorbida o liquidada.