Emilio Vázquez, por quien Caamaño ha dado la batalla hasta el último minuto para mantenerle en su candidatura, da por cerrado el negro capítulo de los últimos días que ha puesto patas arriba a las familias del PSOE coruñés. "Las disputas (por la confección de la lista) son agua pasada; hay que cerrar heridas", defiende el secretario de Organización del PSOE en la provincia y número seis en la candidatura.

-Tras un fin de semana convulso en la confección de la candidatura por A Coruña. ¿Qué le parece cómo ha quedado?

-Como todas las listas, tiene sus cosas positivas y negativas. Siempre pensamos en criterios territoriales, pero se trata de conformar un equipo para tener un grupo parlamentario fuerte y con las mejores personas. Es una lista renovada, con gente muy capacitada y experiencia en otros ámbitos. Ha quedado una buena lista pese a las vueltas que ha dado... Dice Feijóo que ellos hacen las listas en una tarde, nosotros somos un partido con democracia interna. Es otra forma de hacer política. Aunque se alarga más el proceso, se da voz a la militancia y se tiene en cuenta su opinión.

-Muchas agrupaciones se quejan de que la ejecutiva provincial no ha respetado las propuestas más votadas. A Coruña y O Barbanza son dos ejemplos.

-Las asambleas votan, pero luego hay que encajar las reivindicaciones territoriales. Es una tarea difícil porque hay que conjugar muchos criterios. No solo se tiene en cuenta quién ha obtenido más votos. Yo he sido el segundo más votado en la provincia después del cabeza de lista, sin embargo no soy el número dos. Y no pasa nada. En la Agrupación Socialista Coruñesa, la ejecutiva provincial hizo una apuesta por la renovación. Finalmente no ha salido adelante porque a última hora han decidido no estar. Esas disputas ya son agua pasada.

-¿Cómo ha vivido la batalla que Caamaño ha librado desde el viernes por mantenerle en los puestos de salida?

-No ha dado la batalla por mí, sino por mantener sus criterios y su lista. No es un tema personal. Yo he sido el segundo más votado de la provincia.

-¿Caamaño ha salido tocado del comité nacional?

-Hoy es un día difícil. Se han tomado decisiones y eso siempre afecta. Esto es delicado. No tengo esa percepción. Fran Caamaño está respaldado por la mayoría de la provincia.

-Pero las intervenciones del lunes en el comité no fueron precisamente de apoyo...

-Estuvimos hablando con la mayoría de los representantes de la provincia, no por las intervenciones en el comité nacional sino para comentarles cómo había sido el proceso, y todos le ofrecieron su apoyo, al igual que su ejecutiva provincial en bloque.

-Lo que más se cuestiona internamente, además de que no se haya respetado la voluntad de la militancia, es el supuesto órdago a Vázquez, amenazando con dimitir si no se respetaba su propuesta y convocando a su ejecutiva y miembros del comité provincial mientras se reunía la comisión de listas.

-Hay momentos de tensión en los que tienes que negociar con muchas agrupaciones y luego tratar de encajarlo con el criterio del candidato. Se genera mucha tensión que cuando estás bajo el foco mediático, amplificándose más de lo debido. Yo no escuché decir a Caamaño que fuese a dimitir. El sábado, la ejecutiva decidió reunirse para informar del proceso en la comisión de listas. No fue premeditado, ni una situación de urgencia. Lo importante es que se ha pasado página.

-Haga autocrítica. ¿Qué errores cometió la ejecutiva provincial para llegar al nivel de confrontación que vivió estos días el PSOE coruñés?

-Debido a la premura no hay tiempo a hablar con todos. Seguramente los errores han sido de ese tipo, de falta de comunicación. A veces se malinterpretan cosas. Cuando hay un mínimo conflicto y hay declaraciones interesadas, todo se amplifica. Es una presión asfixiante. No hay proceso de listas que haya sido un camino de rosas.. Este, ya es un capítulo cerrado. Las heridas que han quedado abiertas deben cerrarse cuanto antes. El partido está preparado para afrontar las elecciones. A partir de ahora lo vamos a dar todo en campaña porque hay mucho en juego y vamos a hacer todo lo posible por gobernar Galicia.