En una semana crítica para el sector lácteo gallego, tras una nueva subida de los piensos y el inminente cobro de las entregas realizadas en agosto, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, avanzó ayer que habrá un pacto de colaboración con la industria y la distribución para obtener una mejora en la cadena de valor y reducir las prácticas que "destruyen" los precios pagados a los productores de leche. Los sindicatos agrarios gallegos, sin embargo, minimizan esta propuesta a un "código de buenas prácticas" y aunque lo apoyan, reclaman acciones "concretas" que se traduzcan en una subida de los precios lácteos este mismo mes.

De lo contrario, Roberto García, de Unións Agrarias, anunció que habrá "actos más contundentes" y endurecerán movilizaciones como la que ayer reunió a un centenar de tractores y más de mil ganaderos en Santa Comba, dentro del calendario pactado entre los tres sindicatos y que concluirá mañana en Lalín. Incluso no descartan la posibilidad de una huelga de entregas.

Cañete afirmó ayer en el Congreso ser "muy consciente" de que las subidas de costes de explotación que afrontan los ganaderos no están compensadas como en otros sectores. Recalcó que instará a la Comisión Europea a tomar medidas como restituciones a la exportación, ayudas al almacenamiento o actualizaciones de los precios de ciertos derivados. También recordó la proximidad del "paquete lácteo", que regula los contratos homologados, así como de la próxima ley de mejora de la cadena alimentaria con la que pretende aportar "transparencia" al proceso de fijación de precios. En este sentido, la diputada del popular por Lugo, María Olga Iglesias alertó al ministro de la posibilidad de un "contexto peligroso" para los ganaderos si los contratos homologados entrasen en vigor con los precios bajos y "sin la figura de un árbitro".