El futuro de los astilleros públicos gallegos ha entrado con fuerza en la precampaña gallega y amenaza con convertirse en un arma arrojadiza entre populares y oposición. Un día después de que Alberto Núñez Feijóo garantizase una solución para el sector, en forma de nuevos contratos o con la construcción de un dique flotante en la ría ferrolana, el debate se trasladó ayer a Madrid, donde el senador socialista y exalcalde de A Coruña, Javier Losada, se interesó por los planes de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales para Navantia Ferrol. La réplica se la dio el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien garantizó que el Gobierno trabaja con la Comisión Europea, así como con las armadas y empresas públicas de varios países, para avanzar en la contratación de pedidos y asegurar que Navantia pueda competir con el resto de astilleros de la UE.

"El Gobierno tiene un plan de empresa y de financiación para toda Navantia y, por descontado, para Navantia Ferrol", replicó el ministro ante los reproches de Losada, que criticó la falta de avances para resolver el problema y puso en duda que la SEPI disponga de un plan de empresa para garantizar carga de trabajo y la actual plantilla de trabajadores de los astilleros gallegos. En esta línea, el senador socialista acusó al ministro de incumplir sus promesas a los trabajadores a pesar de que la delegación de Navantia en Ferrol "es la única rentable de todo el grupo".

Montoro enmarcó sus palabras en un contexto marcado por las elecciones gallegas, una cita que, dijo, no es motivo para convertir este asunto en un "juguete político". Asimismo, apostó por la colaboración para lograr que Navantia sea una empresa "competitiva y rentable", porque "esa imagen es fundamental para la contratación de pedidos en un mercado internacional" y globalizado como el naval. En cuanto al tax lease, el sistema de bonificaciones fiscales a los astilleros españoles, insistió en la importancia de que Navantia y el resto del sector naval pueda competir con otras empresas europeas "en las mismas condiciones financieras y fiscales".

Desde Galicia, los trabajadores que se echaron a la calle el martes tras enterarse de que la SEPI duda de la rentabilidad del dique flotante en la ría, cumplieron ayer su segundo día de encierro en el consistorio ferrolano. Tras pasar la noche en el concello, una treintena de delegados sindicales defendió la construcción del dique como "necesaria" para garantizar el futuro del sector y "complementaria" a la obtención de más carga laboral. "Feijóo y el PP están situando en una pirueta equilibrista una dicotomía de que si aparece cualquier otro tipo de encargo podrían arrojar la toalla del dique flotante y, para nosotros, esto es una falta de seriedad y una falta a sus promesas", avisó Ignacio Naveiras, portavoz del comité de empresa de Navantia Ferrol.

Ante la presión sindical, la mancomunidad de municipios de Ferrolterra adelantó a ayer tarde la reunión prevista para hoy para aprobar una declaración institucional en la que "exige" la convocatoria de la comisión de seguimiento que debe analizar la viabilidad del dique y su construcción. Dicha reunión estaba prevista para finales de agosto y los trabajadores amenazan con mantener su encierro hasta que se celebre. El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, achacó el retraso a problemas "de carácter financiero" al tiempo que dijo no compartir la opinión del consejero delegado de la SEPI de que la opción del dique flotante es inviable.