Si sus señorías, diputados y senadores, desnudaban sus cuentas corrientes y posesiones por primera vez el año pasado a través de sus declaraciones de bienes, ayer lo hicieron los miembros del gabinete y los secretarios de Estado de Mariano Rajoy, pero también los del anterior gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que fue precisamente quien estrenó la experiencia la pasada legislatura. Las cifras publicadas en el BOE demuestran que, pese a la crisis, en general el dinero no le quita el sueño a los ministros del actual Gobierno: cinco de ellos superan el millón de euros entre propiedades y activos monetarios.

El que puede presumir de más recursos es el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que atesora posesiones por un valor de 1,73 millones de euros, mientras que el propio Rajoy se cuela en el segundo puesto con 1,261 millones, aunque el responsable de Industria, José Manuel Soria, le pisa los talones, con 1,23 millones declarados. Por encima del millón se sitúan también el ministro de Economía, Luis de Guindos (1,13 millones); el de Defensa, Pedro Morenés; y la responsable de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez (1,01 millones de euros). Y roza esa cifra simbólica el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

En el extremo contrario, a clara distancia del resto, se ubica la titular de Fomento, Ana Pastor, quien da fe de poco más de 185.000 euros, a los que habría que restar 83.269 de pasivo (créditos, préstamos, deudas...).

La otra gallega situada en un puesto clave del Gobierno de Rajoy, Marta Fernández Currás, exconselleira de Facenda de Feijóo y ahora secretaria de Estado de Presupuestos, sigue el ejemplo de Pastor. De hecho, la cuantía de su declaración de bienes la sitúa a la cola entre sus homólogos en el listado publicado ayer. Poco más de 77.000 euros engrosan su patrimonio personal, mientras que sus cuentas pendientes superan los 30.000 euros.

Pese a que el patrimonio actual de Mariano Rajoy destaca por lo alto -además de que puede presumir de no tener ninguna deuda-, todavía le faltarían unos diez mil euros para alcanzar al que fue su rival en los últimos comicios, el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, exministro de Interior y exvicepresidente, quien atestigua bienes por 1,27 millones de euros.

En todo caso, tanto Rajoy como Rubalcaba matizan que ese patrimonio no solo es fruto de su esfuerzo personal, sino que incluye bienes y derechos provenientes de herencias familiares, un matiz que también hacen constar los millonarios -Cañete, Báñez, Soria y De Guindos- y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se queda en los 735.000 euros.

Incluso las elevadas cifras que declaran estos miembros del gabinete se quedan cortas comparadas con las de Pedro Argüelles, secretario de Estado de Defensa, y su homóloga en Educación, Montserrat Gomendio. El primero, expresidente de Boeing España, supera los 18 millones de euros, mientras la segunda suma otros 14,5.

Los ministros populares tienen en común el hecho de disponer de bienes inmuebles en propiedad. En algún caso, como en el de Arias Cañete, sus valores catastrales alcanzan el millón de euros. La única excepción es José Ignacio Wert, responsable de Educación, que carece de vivienda propia.

Además de Rubalcaba, todo el gabinete de la anterior legislatura muestra sus cartas. Entre ellos se encuentra el propio Zapatero, que cuando dejó el poder atesoraba bienes por 130.562 euros. A veces, el montante del pasivo está por encima del valor de los bienes, como le ocurre a Soraya Sáenz de Santamaría. En otros casos, la diferencia es bastante justa, caso del exministro de Fomento José Blanco, que, de pagar sus deudas, se quedaría con 13.000 euros.