En julio los emigrantes gallegos comprobaron cómo de repente las pensiones que cobraban se desinflaban porque el Gobierno argentino decidió abonar los importes en la moneda nacional, el peso, lo que les impide beneficiarse del cambio del dólar que obtenían en el mercado de divisas. La pesificación supone la pérdida de un 40% del montante de la pensión, lo que coloca en una situación difícil a 12.000 gallegos y ha llevado a más de 1.500 a recurrir a la Justicia para denunciar la situación. Al otro lado del Atlántico, la Secretaría Xeral de Emigración, mantiene conversaciones con el Gobierno, el único con competencia en materia diplomática exterior, al que insta a tomar medidas para solventar un problema que afecta también al resto de emigrantes españoles y europeos. Este colectivo se enfrenta a un incremento constante del precio de la cesta de la compra debido a la inflación que registra el país, que se sitúa, según el exdelegado de la Xunta en Buenos Aires Evaristo Oroña, en alrededor de un 17% cada medio año.