La Xunta dio ayer al mediodía por controlado el incendio de Carballeda de Valdeorras que obligó a activar el sábado por la noche el nivel máximo de alerta ante la cercanía de las llamas a las casas en el lugar de Pusmazán. Aunque finalmente no hubo que desalojar a ninguno de los diez vecinos de la aldea (nueve de ellos ni siquiera estaban en el pueblo ya que habían ido a las fiestas de O Barco), las llamas arrasaron 250 hectáreas (230 de superficie rasa y 20 de arbolada), un tractor y un vehículo. La proximidad del incendio a algunos núcleos rurales y "la entrada de humo" llevaron a la Xunta a activar el nivel 1 de alerta, como explicó ayer la conselleira do Medio Rural, Rosa Quintana. "No hubo peligro real", zanjó la conselleira, quien defendió que los medios desplegados "eran sobrados". En las labores de extinción trabajaban ayer 8 agentes, 29 brigadas, 16 motobombas, 3 palas, 4 helicópteros y 4 aviones.