Galicia despedirá oficialmente dentro de tres días uno de los veranos más anómalos desde que existen registros. Y es que a pesar de que en varios puntos de España se batieron este año récords de temperatura, el informe elaborado por MeteoGalicia sobre el periodo junio-agosto (la "temporada estival climatológica") concluye que el de 2012 fue el verano más frío desde 1978. La temperatura media de este trimestre, 17,7, fue casi un grado inferior al valor promedio del periodo 1971-2000. Claro que el frescor que caracterizó la temporada estival en Galicia no se notó por igual en toda la comunidad. El tercio norte (incluyendo Betanzos, Ferrol, Eume, parte de Ortegal y A Mariña lucense) y la comarca ourensana de Verín fueron la excepción y disfrutaron de temperaturas "normales" para esta época del año e incluso ligeramente por encima de la media.

Las bajas temperaturas del mes de julio (el cuarto más frío en el periodo 1961-2012) y las grandes diferencias que se registraron en agosto entre la mitad norte y el resto de la comunidad debido a la "persistencia de los vientos de componente sur" explican el balance final del verano, frío en cuanto a las temperaturas medias y también en cuanto a las máximas. Esta circunstancia, sin embargo, no evitó que se registraran jornadas de mucho calor, destacando especialmente la del 17 de julio, durante la que se rebasaron los 30 grados en prácticamente toda Galicia. Ese día se marcaron las máximas más altas de la temporada en Ourense, donde las estaciones de Arnoia y Leiro marcaron 40,9 y 40,8 grados respectivamente. El día 9 fue la jornada más calurosa de agosto, con 39,3 grados en Ribas de Sil, un registro que se superó incluso el día 26 de junio, cuando en las estaciones de Ourense capital se alcanzaron los 39,7 grados.

Las mínimas, si bien se situaron en valores "normales" atendiendo a los registros de los últimos 30 años, llegaron a alcanzar los -0,6 grados en Calvos de Randín y los -0,5 en Manzaneda el 16 de junio. La media de las mínimas se situó en 12,3 grados, ligeramente por debajo de los 12,5 del periodo analizado.

En cuanto a las precipitaciones, los registros tampoco se salieron de la media. A pesar de que Galicia encaró la campaña de verano con el temor a que se agravase una de las sequías más intensas de la historia, lo cierto es que el trimestre fue "normal" en cuanto a precipitaciones. Aunque junio fue un mes "húmedo en general" con un promedio de 18 días de lluvia y zonas en las que los valores acumulados superaron el doble de lo habitual para esta época, julio resultó "más seco de lo esperado", lo que contribuyó a equilibrar el balance hídrico del trimestre. En cuanto agosto, se mantuvo dentro de la media tanto en precipitación registrada como en días de lluvia. Con todo, sí hubo zonas de Galicia donde la lluvia tuvo un especial protagonismo, sobre todo el interior de la provincia de Pontevedra y la comarca de Barbanza, donde se superaron los 400 litros por metro cuadrado en todo el verano. Los valores más bajos, en cambio, se registraron en la serra do Eixe y los concellos de Rubiá y Carballeda, afectados en agosto por la peor ola de incendios de todo el verano.

Sigue el anticiclón

En cuanto a septiembre, que ha traído el verano a Galicia, el anticiclón se mantendrá al menos hasta mañana, con temperaturas en ascenso que rozarán e incluso superarán los 30 grados en Lugo, Ourense, Santiago y Rías Baixas. En el litoral coruñés habrá hoy fuertes vientos.