La petrolera mexicana Pemex firmó ayer en Santiago con los responsables de los astilleros Navantia de Ferrol y Barreras de Vigo los contratos para la construcción de dos buques hoteles gemelos -uno en cada centro-, por un importe total de 380 millones de dólares (unos 292 millones de euros) que garantizará una carga de trabajo durante treinta meses a unos 3.000 trabajadores. Los barcos tienen 131 metros de eslora, 27 de manga, su peso muerto es de 7.000 toneladas y tendrán capacidad para alojar a 600 operarios de las plataformas petrolíferas. Su construcción comenzará de inmediato, siendo Barreras el astillero de referencia, puesto que ya construyó un buque similar recientemente, y se entregarán a Pemex uno en abril de 2015 y el segundo en junio del mismo año.

La firma de los contratos se realizó en la sede noble de la Xunta, en el Pazo de Raxoi, en una convocatoria realizada solo dos horas antes y con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo como anfitrión, pues los responsables de Navantia y Barreras lo calificaron como el "auténtico artífice" de los encargos de Pemex formalizados ayer a los dos astilleros. Para cada uno habrá un buque hotel con una inversión individual de 190 millones de dólares que, según los datos aportados por Feijóo supondrán más de dos años de trabajo y 1,5 millones de horas empleadas para 1.500 trabajadores en cada uno de los astilleros, contando tanto el personal propio como de la industria auxiliar.

Los contratos fueron firmados por el consejero delegado de Pemex Internacional en España, José Manuel Carrera; el presidente de la Sepi, Ramón Aguirre; y José García Costa, máximo responsable de Barreras.

Feijóo destacó que la carga ahora contratada es superior a la prevista inicialmente con Pemex y que la rentabilidad es mayor que la que podrían aportar los quimiqueros, que finalmente no se construirán en España. Añadió además que, fruto de esa alianza estratégica con Pemex, la petrolera mexicana ha decidido instalar una base logística en el puerto exterior de A Coruña y que los pedidos de 14 remolcadores "siguen su curso" para que siete sean construidos íntegramente en Galicia y los otro siete a medias entre la comunidad gallega y México.

El presidente de la Xunta quiso poner el énfasis en que Galicia no se plegó a la resignación y que con una economía "solvente y saneada" está en condiciones de llamar a la puerta "de las compañías más importantes del mundo y lograr nuevos pedidos, nuevas inversiones, nuevos empleos y nuevas esperanzas".

Feijóo ratificó su confianza en el sector naval y, convencido como está de que Pemex "no regalará ni un euro", también lo está de que los astilleros gallegos cumplirán "punto por punto" los contratos.

García Costas quiso personalizar en Feijóo y el conselleiro de Economía -no estuvo presente en el acto- el éxito de la firma de los contratos. "El trabajo ha empezado, continuado y acabado con ellos", declaró el responsable de Barreras. En parecidos términos se manifestó el presidente de la Sepi, para quien Feijóo se ha convertido en el mejor "agente comercial internacional" de los astilleros, al tiempo que aseguró que en un futuro inmediato se podrán lograr nuevos contratos para Navantia.

La firma tuvo un alto contenido político, con nutrida presencia de cargos institucionales del PP.