Junto con Estela San José, que instruye la operación Campeón, Pilar de Lara forma el tándem de jueces posiblemente más mediático de Galicia. Entre las dos llevan las más grandes supuestas tramas de corrupción en la provincia de Lugo cuyo impacto transciende a toda Galicia y tiene repercusión en el resto de España. No les tiembla el pulso y citan e imputan a diputados autonómicos, concejales, alcaldes, guardias civiles, policías y ordenan el registro de delegaciones de la Agencia Tributaria, comandancias de la Guardia Civil, consistorios, empresas, sedes de la Xunta o dependencias de las brigadas de Extranjería de la Policía Nacional.

Pilar de Lara llegó a Lugo procedente de una juzgado de Mieres (Asturias) al ascender a magistrada. Su trabajo no sería distinto, posiblemente, al de otros jueces si en sus manos, por reparto, no cayera la instrucción de la operación Carioca, que aún sigue abierta.

Con ella intenta desenmascarar una supuesta trama dedicada a la trata de mujeres y a la prostitución en burdeles de Lugo. Para ello, reflejo de su tenacidad y determinación, no dudó en tomar declaración a guardias civiles, policías locales, funcionarios y prostitutas y en imputar en la trama a miembros de la Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que le obligó a buscar refuerzo en otras unidades policiales de fuera de Galicia y elevar la tensión con los agentes locales.

Su mano de hierro queda de manifiesto con decisiones como registros de dependencias de la Guardia Civil de Lugo o de la Policía Nacional. Por la Operación Carioca se calcula que al menos hay 80 imputados. Su punto de mira también está fijado en los políticos. Al alcalde de Lugo, el socialista Xosé Clemente López Orozco, lo ha imputado dos veces.