El capitán del petrolero 'Prestige', Apostolos Mangouras, asegura que el rumbo que se fijó para el barco, cuando se comprobó que no podía remolcarse, era "el peor" de los posibles y ha llegado a tildar de "féretro flotante" al buque.

Además, en el transcurso de la vista que ha tenido lugar este martes, ha negado que no hubiese colaborado con las autoridades españolas tras dar aviso de emergencia sobre la existencia de una vía de agua. "Me trataron como un criminal", ha sentenciado.

A preguntas de la Fiscalía, ha indicado también que el día del siniestro, el 13 de noviembre de 2002, había unas olas "que cubrían el buque como si fuese un submarino", ha sentenciado.

"Nos han llevado a un féretro flotante a ahogarnos", ha subrayado a preguntas del fiscal, después de afirmar que se dio cuenta de que los llevaban hacia el "océano" en lugar de a un "puerto refugio".

Colaboración de las autoridades

Preguntado por su falta de colaboración con las autoridades españolas, que alegan la Fiscalía y la Abogacía del Estado, Mangouras ha negado esta acusación. "Nosotros hemos contribuido con todo lo que hemos podido", ha sentenciado.

Asimismo, ha recalcado que, antes de dar el visto bueno al remolque, necesitaba hablar con el armador para que "autorizase" la operación por su coste.

"No me dijeron que el 'Ría de Vigo' iba a remolcarlo sin coste, si me hubieran dicho que el remolque era gratis les hubiera dicho que sí", ha apostillado. En cuanto a los intentos fallidos para remolcar el barco, ha recalcado que no era posible "con una escora de 25 a 30 grados".

Además, ha atribuido el retraso en las comunicaciones con el Centro de Salvamento de Fisterra a que no había "nadie" en el puente porque, en su caso, estaban intentando saber "qué había pasado". Así, ha responsabilizado del accidente a "una rotura exterior por la propia escora" del barco, en concreto, "entre los tanques dos y tres", ha precisado.

Sobre la operación de "lastrado", el capitán ha dicho que se hizo para "reequilibrar" el barco y "recuperar" la escora. "La decisión fue nuestra", ha señalado en referencia a él mismo, el primer oficial y el jefe de máquinas, lo mismo que ha indicado sobre su decisión de permanecer en el buque.

Por otra parte, sobre la carga que vertía el barco, ha indicado que "por la gran cantidad de agua que se introdujo en los tanques, el aire no tenía en otra salida", y ha atribuido a esta circunstancia el que saliese "mucha cantidad de carga".

En cuanto a la decisión de alejar el barco, Mangouras ha recalcado que pidió que se cambiase el rumbo al entender que el marcado por las autoridades "era la peor de los posibles". "Si el día 15 esperábamos un temporal, ¿a dónde íbamos?", se ha preguntado.