Diez años después de la mayor catástrofe ecológica en las costas gallegas, el entonces director de la Marina Mercante está en el banquillo por delitos contra el medio ambiente y daños. El propio ex alto cargo atribuye la imputación a su decisión de alejar el Prestige de la costa. La impresión que ahora tiene es que si en noviembre de 2002 hubiera ordenado el traslado del petrolero a un puerto refugio hoy estaría entre rejas. "Si hubiera metido el barco en Corcubión estaría en la cárcel con Mangouras (capitán del petrolero)", reflexionó López-Sors.

El momento más duro del macrojuicio del Prestige, que arrancó el pasado 13 de noviembre, se produjo ayer. Ocurrió cuando el abogado de la plataforma Nunca Máis, Pedro Trepat, preguntó al exdirector de la Marina Mercante sobre la posibilidad de refugiar el petrolero en Corcubión, una opción que -reconoció López-Sors- ni siquiera se plantearon. "Si lo hubiera hecho no estaría en el banquillo" , le dijo Trepat. "Si hubiera metido el barco en Corcubión estaría en la cárcel con el señor Mangouras", alegó López-Sors.

Durante el interrogatorio, el ingeniero naval de origen ferrolano intentó desmontar las acusaciones hechas por Mangouras en las sesiones anteriores, en las que responsabilizó a las autoridades marítimas españolas de haber extendido la marea negras hasta Francia por haber adoptado la "peor de las decisiones posibles": alejar el buque de la costa. López-Sors defendió el alejamiento del petrolero como la "mejor" decisión para "evitar riesgos mayores" por el vertido. Para el ex alto cargo de Fomento, el responsable del accidente del Prestige tiene un nombre: Mangouras. Por dos motivos, según expuso, por ponerse al mando de un buque en mal estado y por retrasar las labores de rescate. "La primera regla de un capitán es la de observar el barco. Con un temporal como el que había y el estado en el que se encontraba (el petrolero) es una barbaridad que se meta en la costa gallega y que cuando se hace un remolque pregunte si es caro o no", en referencia a las declaraciones de Mangouras de que no lo había aceptado antes porque tenía que esperar órdenes de la armadora. "Hay accidentes que parece que se han puesto todos los medios para que sucedan", concluyó López-Sors.

Sobre la avería del Prestige, calificó de "disculpa fácil" el argumento de Mangouras y del jefe de máquinas de que una "ola gigante" golpeó al barco el día del accidente. "Nadie la vio, nadie le puede llevar la contraria. Cualquier cosa que venga de Dios puede servir de justificación", zanjó.