La defensa del exministro de Fomento José Blanco sufrió ayer un varapalo por parte del juez del Tribunal Supremo que instruye la investigación sobre su relación con el caso Campeón. Un auto no solo tumba los recursos del diputado socialista para anular escuchas telefónicas y dejar al margen a su esposa, sino que el magistrado justifica investigar a esta como cotitular de cuentas bancarias para analizar si existen recursos económicos del matrimonio ilegítimos, y da por sentado que "en la causa existen datos para entender que la casa de Madrid del aforado (en alusión a Blanco) en alguna medida se la debía a su amigo Orozco", vicepresidente de la compañía Azkar y amigo personal del exministro, que supuestamente lo habría ayudado a lograr una licencia para una nave industrial en Sant Boi.

Blanco presentó dos recursos ante el Supremo para solicitar no solo para que no se implicase en la investigación a su esposa, sino también para anular las escuchas telefónicas intervenidas que, según el magistrado, muestran indicios de los delitos que cohecho y tráfico de influencias que le imputa al exministro en el marco de la operación Campeón, una trama de pago de favores a políticos con ramificaciones en varias provincias y epicentro en Lugo.

El magistrado instructor José Ramón Soriano justifica en un auto dado a conocer ayer investigar también a la esposa de Blanco por dos motivos. El primero, por estar casados en régimen de gananciales. El segundo, porque "la investigación se ciñe a los movimientos bancarios de cinco cuentas de las que son cotitulares" ambos. La Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) analizó esas cuentas entre los años 2006 y 2011.

Además, el juez defiende los pinchazos telefónicos a los móviles de Orozco y Blanco, en los que ambos abordan los problemas en la tramitación de una licencia para una nave de Azkar en Sant Boi, ayuntamiento entonces gobernado por un alcalde socialista. En aquel momento, Blanco era vicesecretario general del PSOE.

Soriano no solo justifica el pinchazo, sino que deja claro que, en su opinión, está demostrado algún pago. "En la causa existen datos para entender que la casa de Madrid del aforado en alguna medida se la debía a su amigo Orozco, según conversaciones telefónicas, atribuidas a este último, no negadas, lo que daba pie para investigar si existían recursos económicos que no procedieran de sueldos, percepciones o ingresos legítimos del aforado", escribe el magistrado sobre la vivienda de Blanco en la localidad de Las Rozas. Sin embargo, en la declaración de marzo del año pasado, el empresario lucense sí niega ante el juez haber confesado a Jorge Dorribo, presunto cerebro de la trama Campeón, que hubiese pagado la casa del socialista o haberle entregado dinero alguno.

La UDEF investigó varios asuntos relacionados con la vivienda, adquirida en 2006 por 670.000 euros. Por un lado, considera que existe un desfase de 230.000 euros pagado con "fondos de origen desconocido" porque un anuncio en internet fijaba el precio en 900.000. Por otro, considera que una firma de Orozco realizó obras en la vivienda de manera gratuita, arguye, en pago de favores a Blanco.

Ante las críticas del abogado de Blanco, Gonzalo Martínez-Fresneda, a las "deficiencias formales" en el proceso y a que unidades de la policía "han tomado la manija del procedimiento para forzar una pesquisa" contra Blanco sobre el supuesto pago de 200.000 euros por parte de Dorribo, el magistrado defiende la actuación "responsable y correcta" de la UDEF y matiza que las "imprecisiones" de este sobre el supuesto pago "no indican que todo lo declarado por este sea falso". Es más, da un tirón de orejas a Blanco por haber recogido a Dorribo en un área de servicio en su vehículo oficial, lo que Soriano considera una "anomalía".

Finalmente, descarta que la transcripción de las conversaciones entre Blanco y Orozco produzcan la indefensión del primero.