La plantilla principal de Navantia Ferrol cuenta con menos de 2.000 trabajadores por primera vez en los últimos 40 años. La sangría de despedidos y prejubilaciones ha sido continua desde el comienzo de la reconversión naval en los años 80 y se agudizó en 1999, cuando se perdió un tercio de los empleos que había en el astillero ferrolano.

Pero nunca antes la plantilla había bajado de los dos millares de personas. A finales de noviembre de 2012, según los datos del comité de empresa, la plantilla fija de Bazán-Izar-Navantia, solo en Ferrol, era de 1.998 trabajadores. De ellos, 1.803 eran hombres y 195 mujeres. Aunque aún no hay datos oficiales del cierre de 2012 y de los primeros seis meses de 2013 la cifra ha seguido bajando.

Muy lejos queda 1976, cuando alcanzó su tope de ocupación con 6.786 trabajadores. Eran épocas de esplendor y en las que Ferrol se había convertido en uno de los puntos más importantes de generación de empleo en Galicia. A partir de entonces, la plantilla ha ido disminuyendo. A finales de 1986 la cifra cayó por primera vez por debajo de los 6.000 empleados y solo dos años después, por debajo de los 5.000. La reconversión naval había comenzado.

Siete años después, en 1995, ya era inferior a 4.000 y cuatro después ya eran menos de 3.000. La causa de este último recorte se debe a que en 1999 se produce la salida de 1.140 trabajadores. Un tercio de los que había. Este año la plantilla ya era de solo 2.544 personas frente a las 3.684 de un año antes. En 2004 vuelve a ver otra salida masiva de empleados en el astillero ferrolano (701), que deja el personal rozando los dos millares (2.013).

"La reconversión naval desde los 80 ha sido continua. Aquí hubo expedientes de prejubilación en 1999 y 2004 y perdimos unos 2.000 trabajadores entre un expediente y otro. Esto significa que ningún Gobierno apostó por un sector estratégico como es el naval y por una empresa que es un pilar de la economía de la comarca", defienden desde el comité de empresa.

La importancia de los astilleros para la comarca ferrolana es fácil de entender con algunas cifras. Un total de 117 empresas trabajan para Navantia. Hasta 17.000 empleados y sus familias dependen de forma directa, indirecta o inducida de que le vaya bien a Navantia. En 2010 casi el 3,5% del empleo de la provincia de A Coruña se generó en los astilleros y su producción supuso el 3% del PIB provincial. El 40% de la industria de la comarca está vinculada con el sector naval.

¿Y que supondría para la comarca de Ferrol el cierre de Navantia? "La puntilla, la puntilla completamente. La mayor parte de la industria que hay gira alrededor del sector naval y la poca que queda da servicios y también depende del naval. La otra alternativa sería dedicarnos a otra cosa totalmente diferente después de más de 200 años que llevan aquí los astilleros?", apunta Alejandro Pedreiro, empleado de Navantia afectado por un ERE.

"Yo quiero pensar que Navantia tiene futuro porque si Navantia, que es lo único potente que hay en esta comarca, cierra, esto sería muy peligroso. Si me pongo a pensar que no hay futuro ya me veo comprando la maleta. Todavía no la tengo pero ya estoy mirando modelos", asegura con ironía Julio Gómez, que tras trabajar 12 años para Navantia se quedó en el paro hace un mes.

Y mientras, las gradas de los astilleros están a punto de quedarse vacías por primera vez en muchos años. El segundo de los buques anfibios encargado por la armada australiana está recibiendo los últimos retoques y a partir ese momento ya no habrá trabajo.

"Entre 2006 y 2007 se cogieron unos contratos grandes que no había precedentes. Creo que hubo un momento de relajación de la compañía e incluso por parte de todo el mundo y por eso las reclamaciones que se hacen ahora quizá ya sean tardías", destaca Germán Yáñez, extrabajador de Navantia. Yáñez se refiere a las cuatro fragatas noruegas, tres buques de apoyo y dos fragatas españolas que se estaban construyendo esos años en los astilleros ferrolanos.

Mientras no se consigue más carga de trabajo, los empleados defienden la construcción de un dique flotante que serviría para que buques que midan más de 300 metros puedan ser reparados. Su construcción ocuparía a 800 trabajadores durante año y medio y después a medio millar. El único problema es su coste: 170 millones.

"El dique es una herramienta de trabajo. Lo construyes, emplea a gente, lo acabas y sirve para reparar barcos que van a generar más empleo", señala Julio Gómez. Los trabajadores llevan más de dos años solicitando carga de trabajo. Desde comienzos de año Navantia participa o ha participado en siete ofertas (Australia, Noruega, Arabia Saudí, Brasil, Indonesia, Turquía y Tailandia) para la construcción de embarcaciones. En cuatro ya se ha perdido el contrato por diferentes razones.

El otro caballo de batalla en el que está inmersa la plantilla es en la construcción de un flotel para la petrolera mexicana Pemex. El principio de acuerdo fue firmado antes de las elecciones autonómicas (octubre de 2012) por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y los responsables de la empresa, pero aún se desconoce cuándo comenzará su construcción.

"Si se firma hoy, siempre pasan 3 o 4 meses, como mínimo, hasta que se corta la primera chapa y aún así, una vez cortada la chapa se tarda entre año y año y medio en entrar el volumen grande de gente a trabajar, con lo cual no sería en 2013 cuando se va a hacer el flotel. El flote se haría a finales de 2014 o principios de 2015", explican desde el comité de empresa.

Los trabajadores no creen que la construcción de un flotel sea la salvación. "Es una solución de compromiso para aguantar un poco, pero no arregla nada", afirma Alejandro Piñeiro, empleado de Navantia. "Es para salir del parche", ratifica su excompañero José López. "Ahora nos venden los caramelitos de los floteles, pero no llegan ni para ocupar la plantilla principal de Navantia", critica. Su compañero Julio Gómez es más tajante: "Lo veo un parche, un parche malo. Igual para un astillero pequeño es trabajo, pero para uno grande como nosotros?".

Y mientras, en los astilleros ferrolanos siguen saliendo cada día nuevos trabajadores para engrosar las listas del paro. En Navantia Ferrol y Fene trabajan casi 2.300 operarios y las industrias auxiliares aún generan empleo para 1.900 de forma directa, aunque muchas están afectadas por expedientes de regulación. La falta de nuevos encargos ya ha provocado la destrucción, según los sindicatos, de más de 2.100 puestos de trabajo en empresas auxiliares el último año.