El portavoz parlamentario del PSdeG, Abel Losada, anunció ayer que su grupo abandonará la comisión sobre la corrupción en la Cámara autonómica si el presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, no comparece en el Parlamento para explicar la supuesta financiación irregular de su partido.

El PSdeG solicitó por escrito, como también lo han hecho AGE y BNG, la celebración urgente de una reunión de la Diputación Permanente en la que se convoque un pleno extraordinario para que Núñez Feijóo aborde este asunto.

Losada instó a Feijóo a "dar la cara" ante las acusaciones de presunta financiación irregular del PP, después de la publicación de diversos datos de un informe interno que el exgerente del PP Modesto Fernández emitió supuestamente en 2006, que contempla recaudaciones de hasta dos millones de euros por vía opaca, mientras el PP reconocía en su contabilidad oficial donativos por 200.000 euros ese año. "Los gallegos no merecemos un presidente que se esconde y que cuando sale lo que hace es mentir", dijo Losada, quien le pidió además que aborde el "magma absolutamente putrefacto que desborda al PP nacional y llega a Galicia" y "haga lo contrario de lo que está haciendo Rajoy". El portavoz socialista constató que los datos que aparecen "día tras día" son "enormemente preocupantes" para el PSOE e ironizó con los efectos que pueden tener este tipo de noticias para "la marca España y la marca Galicia". "Esta comunidad aparece reiteradamente en un asunto turbio", señaló, para añadir que ahora Feijóo "ya no puede esconderse" alegando que él no militaba en el PP.

"No sirven los desmentidos de quienes aparecen en una contabilidad B o C", añadió, en alusión al argumento de los populares de que las empresas y el exgerente popular han negado las supuestas donaciones opacas. Por ello, insistió en que Feijóo "debe hacer lo contrario de lo que está haciendo Rajoy y no esconderse".

Losada aludió también a las nuevas informaciones publicadas sobre la relación del presidente y Marcial Dorado, al tiempo que consideró "inaudito" que un jefe de servicio de Vigilancia Aduanero fuese destituido en 1998, con el Gobierno de José María Aznar, al "anunciar una redada" contra el contrabandista.