Un incendio forestal ha arrasado en las últimas horas 1.000 hectáreas de monte en el municipio pontevedrés de Santa María de Oia, y ha llegado a amenazar un núcleo de viviendas de Loureza, lo que obligó a la Consellería de Medio Rural activar el nivel 1 de alerta en torno a 22.45 horas de ayer.

Detectado a las siete menos cuarto de la tarde, el avance del fuego obligó a desplegar un amplio operativo de extinción en el que participaron cinco agentes forestales, diez brigadas, seis motobombas, una pala excavadora, cinco helicópteros y tres hidroaviones. A lo largo de la noche se sumaron también efectivos de los grupos de emergencia supramunicipales de A Guarda y Val Miñor.

El fuego se inició en la parroquia de Burgueira pero el viento desplazó el frente del incendio forestal de Oia hacia la parroquia de Loureza, poniendo en riesgo varias viviendas que finalmente fueron desalojadas por precaución.

Según ha informado la Consellería do Medio Rural, los medios de extinción trabajan a destajo para que no haya casas afectadas debido a este incendio.

En los trabajos de control y extinción colaboran esta mañana, entre otros, un técnico, siete agentes, 13 brigadas, 13 motobombas, cuatro aviones, cinco helicópteros y unas cinco palas.

Además, durante la noche se incorporaron al operativo 50 efectivos del destacamentos de la UME de Marín y de la base en León con seis autobombas y dos nodrizas.

Fuego en Guláns

En Guláns (Ponteareas) se registró ayer un incendio forestal alrededor de las 14 horas que estuvo muy próximo a casas habitadas, aunque no fue necesario su desalojo.

La intervención de un helicóptero, un hidroavión, cuatro retenes y dos agentes, evitaron que la llamas se propagasen. También fueron extinguidos otros pequeños incendios en Salvaterra o en Xinzo (Ponteareas). Ninguno superó las diez hectáreas.

Ribeira Sacra

Además, el fuego regresó ayer a la comarca de Ribeira Sacra, que en el último mes ha sufrido un total de nueve incendios forestales. incendios forestales