La Xunta ha dado por "estabilizado" el fuego forestal registrado ayer en el ayuntamiento pontevedrés de Oia, que se extendió al vecino de O Rosal y que, según el último parte de Medio Rural, ha quemado 1.200 hectáreas.

Este es el fuego forestal más complicado al que han de hacer frente en el día de hoy los servicios de extinción en Galicia, y que mantiene abierto el nivel 1 de alerta por su cercanía a núcleos de población.

Esta misma tarde, el alcalde de Oia, Alejandro Rodríguez, ha dicho que, según sus cálculos, el incendio forestal de su municipio superaba las 1.500 hectáreas y calificó la situación de "complicada", puesto que aunque se ha llegado por momentos a controlar las llamas, en la zona hace mucho calor y viento y se reproducen constantemente.

Este incendio, por el que tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas la pasada noche unas 200 personas, permanece activo y desde las 22.45 de ayer está activado el nivel uno.

En su extinción, que se está viendo dificultada por el viento, trabajan numerosos medios tanto locales, como autonómicos y estatales, entre ellos, 36 brigadas, 13 helicópteros y 7 aviones, así como unos 300 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.

El teniente general Muro, jefe de la UME, ha señalado en el puesto de mando avanzado que "la situación de anoche ya ha pasado y es historia", por lo que ha señalado que es posible decir que "esto va a acabar bien, según las declaraciones divulgadas por la Radio Galega.

El Ministerio de Medio Ambiente ha enviado a la zona cinco aviones anfibios, un helicóptero, tres brigadas de refuerzo contra incendios forestales, un avión de comunicaciones y una unidad móvil de meteorología.

La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana,, que ha estado toda la noche en el lugar del incendio siguiendo su evolución, ha apuntado que el fuego se inició en solo punto y que, por causa del viento, hubo muchos focos secundarios.

En cuanto a la posible intencionalidad, ha dicho que lo que más le preocupa al Gobierno gallego es salvar todos los núcleos de población y después controlar el incendio.

En cualquier caso subrayó que es "poco partícipe a creer en casualidades" y ha señalado que el incendio comenzó a última hora de la tarde, cuando había un fuerte viento y en una zona de pendiente hacia los núcleos de población.

Ha dicho que vivió "con mucha tensión" la noche porque la situación fue "muy complicada" y que los técnicos le han comentado que "que nunca vieron un fuego igual" ya que las corrientes de aire hacían variar constantemente la dirección del fuego y modificaban las estrategias para atacarlo.

Además de este incendio, continúan controlados los dos fuegos que quemaron el fin de semana en Cualedro (Ourense) casi 2.200 hectáreas.

Uno de ellos, el de la parroquia de Vilela y controlado desde el domingo, ha quemado 1.280 hectáreas, de las que 350 corresponden a terreno agrícola y otras 930 a terreno forestal.

El segundo fuego de este mismo municipio, en la parroquia de Xironda, afectó a 895 hectáreas, de las que 700 son terreno forestal y el resto, agrícola.

En la provincia de Pontevedra también se da por controlado un fuego en el ayuntamiento de Rodeiro, que comenzó el pasado domingo y que ha arrasado unas 77,9 hectáreas de monte raso.

Esta misma tarde, además, se declaró un fuego forestal en un barrio compostelano que ya está controlado.

Se produjo en el lugar de Chan de Curros, y la superficie quemada es inferior a 20 hectáreas.

El fuego, que ha generado abundante humo, visible desde toda la ciudad, se registró sobre las 18,31 horas y en la extinción del fuego trabajan cuatro brigadas, un agente, dos motobombas y se dirigen al lugar dos helicópteros, informaron a Efe fuentes de Medio Rural.

El departamento autonómico indica, además, que ha quedado extinguido un fuego forestal en Verea (Ourense), que quemó 30 hectáreas.