Alberte Piñeiro, jefe del Distrito Forestal IV-Barbanza, presenta hoy en Ourense el trabajo realizado de forma altruista por un grupo de becarios de la Fundación Barrié y el Boston Consulting Group sobre la prevención de incendios en Galicia. Bajo el título El próximo verano también arderá Galicia, Piñeiro planteará diez formas para prevenir los incendios en la comunidad.

-La primera pregunta es muy obvia. ¿El próximo verano también arderá Galicia?

-El título trata de captar la atención. Evidentemente, los incendios forestales son un mal endémico en Galicia y no es fácil arreglarlo de un año para otro. El objetivo del trabajo es presentar medidas para tratar, a medio y largo plazo, que los incendios y la superficie quemada sean los mínimos posibles.

-¿Cómo surge el proyecto?

-En un acto de entrega de credenciales de los becarios de la Fundación Barrié en 2012, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, nos pidió que si podíamos preparar un informe sobre el sector forestal en Galicia porque él cree que es uno de los sectores que deberían tirar de la economía gallega para salir de la crisis. Casi 40 becarios han trabajado durante un año de forma altruista en el proyecto.

-Ofrecen diez ideas para prevenir los incendios. Sé que es complicado, pero ¿puede resumirlas?

-En total son diez medidas, pero hay tres que nosotros creemos que son imprescindibles. Las dos primeras tienen que ver con la cooperación entre los dueños de los terrenos. En Galicia tenemos el problema del minifundio que compromete la viabilidad de las explotaciones forestales. La solución que proponemos es que se asocien y cooperen entre ellos, bien a través de asociaciones sin ánimo de lucro, de cooperativas, sociedades mercantiles o de cualquier otro tipo de sociedades. El objetivo es ampliar la magnitud de estas parcelas para pasar de minifundios a agrupaciones de propietarios. Si la media en Galicia es de dos hectáreas por propietario, pasar, por ejemplo, a 10 o 15 por unidad de gestión.

-¿La segunda?

-Apostar por la certificación forestal. En cualquier botella de Coca Cola en una esquina hay un pequeño sello que pone FSC. Es un sello internacional que certifica que la madera de la que procede el papel de esa etiqueta fue producida en bosques que se gestionaron de forma sostenible.

-¿Y la tercera?

-Otra medida imprescindible es promover un I+D+I forestal eficiente. Ahora mismo la investigación forestal en Galicia está desperdigada. Tiene que haber unas directrices claras, en las que participen la empresa privada, la Administración, los investigadores, las universidades y los propietarios forestales. Y que se realice un plan de investigación a medio plazo, por ejemplo a diez años, y que todos rememos en la misma dirección.

-¿Cuáles son las conclusiones a las que han llegado tras realizar el trabajo?

-El resumen de estas medidas es que si el monte es económicamente viable y produce beneficios para sus propietarios, el monte no arde. Tenemos ejemplos tanto a nivel internacional como en Galicia. Los montes que tienen un interés económico, en los que los propietarios se preocupan por él, tienen menos probabilidades de arder.

-Las ideas que promueven no parecen muy costosas.

-No. Se trata de coordinar. En Galicia tenemos un elenco de investigadores forestales muy reconocido a nivel mundial, e institutos muy reconocidos, pero cada uno hace la guerra por su lado. Lo que se necesita es coordinación

-Sinceramente, ¿cree que estas ideas se van a llevar a cabo?

-Creo que sí. Soy optimista. Evidentemente, la problemática no se va a arreglar de la noche a la mañana, pero detrás de este documento hay mucho trabajo y mucha gente. En todos los foros en los que estamos participando se reconoce su valor.