Los bosques gallegos necesitan protección. Esta es la máxima que ha llevado a una veintena de personas con inquietudes ecologistas a poner en marcha la Asociación para la custodia del bosque atlántico Bétula. Aunque en el momento de su nacimiento, en la primavera pasada, destacaron que su ámbito de actuación era toda Galicia -"por no cerrar puertas", asegura uno sus integrantes-, sus esfuerzos se encaminan a proteger el bosque Atlántico en las comarcas de Ferrol y Eume. Allí están también las Fragas.

"Somos una serie de personas preocupadas por el medio ambiente que coincidíamos en muchos foros y que a raíz del conocimiento más a fondo de los problemas de este bosque optamos por crear una asociación sin ánimo de lucro", explica Miguel Reimúndez, tesorero de la entidad.

Bétula ha apostado por la custodia de terrenos como fórmula para desarrollar su trabajo. ¿Y qué es la custodia de terrenos? "Es el conjunto de instrumentos y estrategias a través de las cuales se implican a los propietarios y a los usuarios en la conservación de los recursos naturales", explica Xavi Riveiro coordinador de la asociación.

La entidad tiene como espejo proyectos como el de Esmelle (Ferrol), las Fragas do Mandeo (Betanzos) o el de Beade (Ourense) -esta última fue creada hace 25 años-. Su objetivo es hacerse con terrenos para protegerlos, recuperarlos, conservarlos, gestionarlos y darlos a conocer. La custodia la harán a través de tres figuras: hacerse con la propiedad del suelo ya sea con una compra o una donación; una donación con cesión del dominio del terreno o un convenio de custodia.

Las primeras negociaciones ya han dado su fruto y ya cuentan en custodia con unos terrenos en la zona de Mugardos. También están en conversaciones para añadir otros en Ares. "Firmamos el convenio de custodia en Mugardos a finales de verano y ya hemos empezado a asesorar al propietario para divulgar las ventajas de un medio bien conservado", afirma Miguel Reimúndez.

La financiación llegará a través de las cuotas de los socios. "La custodia recibe ayudas de la Unión Europea, del Estado español o de la Xunta, pero como está la situación económica no tenemos muchas esperanzas de conseguir subvenciones", se lamenta Xavi Riveiro.

Desde Bétula también realizarán estudios científicos, debates, cursos y publicaciones. Están en negociaciones con los ayuntamientos de la zona porque "tienen tierras baldías que pueden servir para el proyecto", afirma el coordinador de la asociación.

Los propietarios les están recibiendo de forma positiva. "Con los que estamos hablando, bien. No es que vinieran a nosotros, pero casi", apunta Riveiro.

La Asociación para la custodia del bosque atlántico Bétula acaba de empezar un proyecto que tiene mucho trabajo por delante. "Los bosques, aunque están protegidos, no están bien gestionados y no se garantiza su conservación", resume Miguel Reimúndez.