El alcohol es una de las lacras de la accidentalidad viaria. Los análisis toxicológicos practicados el año pasado a los fallecidos en siniestros de tráfico revelan la incidencia del alcohol o las drogas en el desenlace de una colisión, salida de vía o atropello: la mitad de los automovilistas y peatones muertos presentaban un resultado positivo en sangre. En el caso de los conductores el porcentaje alcanza el 47,32%, un 2,3% más que el año anterior y un 7% más que en 2008, según datos del Instituto Nacional de Toxicología. Las estadísticas son todavía más alarmantes entre los viandantes fallecidos tras ser arrollados por un vehículo: el 51% de los peatones muertos el año pasado había bebido alcohol. Unos porcentajes ya de por sí elevados pero que en Galicia son superiores, según aseguran desde la Jefatura de Tráfico de A Coruña.

Tolerancia cero con el alcohol y las drogas al volante. Con ese objetivo, la DGT llevará a cabo durante esta semana más de 20.000 controles diarios -unos 2.000 en Galicia- tanto en carretera como en zona urbana. Los datos hablan por sí solos: cada año son cazados en las carreteras españolas unos 100.000 conductores con una copa de más, de ellos unos 12.000 en la red viaria gallega. En el caso de las drogas, el balance es peor ya que mientras en los controles aleatorios realizados el 16% de los interceptados dieron positivo, que en los selectivos el porcentaje alcanza el 76%.

Con esta nueva campaña, Tráfico se propone erradicar la tan escuchada frase de "con una copa no pasa nada". Y es que una copa de vino en las mujeres y dos en los hombres es suficiente para dar positivo y no estar en condiciones de ponerse al volante, según recordó ayer la directora de Tráfico, María Seguí, quien hizo un llamamiento a los conductores para unas fiestas, cenas y comidas seguras al volante.

La realización de estos controles preventivos -solo la DGT realizó 6 millones de pruebas de alcoholemia el año pasado- junto con la concienciación de la mayoría de conductores han llevado a que el porcentaje de positivos en controles preventivos de alcoholemia haya descendido del 5% en 2001 al 1,7% el año pasado. Aún así son más de 100.000 conductores al año los que dan positivo en estos controles, según apuntó Seguí. Para este "reducto" de personas todavía no concienciadas -advirtió- hay que tomar medidas como el incremento de las multas, tal y como prevé la reforma de la Ley de Tráfico, que elevará de 500 a 1.000 euros las sanciones por conducir bajos los efectos del alcohol.

La aparente tolerancia al binomio alcohol y conducción no afecta por igual a todos los gallegos. En contra de lo que pudiera parecer, no son los jóvenes sino las víctimas de más de 40 años las que presentan un mayor porcentaje de alcoholemias positivas. La presencia del alcohol como factor determinante o confluyente en los accidentes en las carreteras gallegas ha sido objeto de estudio por parte de la Guardia Civil de Tráfico, que en un exhaustivo informe en 2009 concluyó que la principal causa de los siniestros mortales ocurridos en la comunidad no eran factores externos como la meteorología, la dispersión poblacional o el estado de las carreteras sino el consumo de alcohol. Este informe, encargado por la Fiscalía Superior de Galicia, echa por tierra los tópicos a los que se había recurrido para justificar entonces la alta tasa de accidentalidad en las carreteras gallegas. El factor humano está detrás de la mayoría de siniestros viarios. Pero el alcohol aparece como cuarta causa "determinante", por detrás de las infracciones, las distracciones y la velocidad.