La asignatura del control del déficit público se le sigue dando bien a Galicia, pero el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo ya no es el primero de la clase en esta materia. Tras una época alternando el primer puesto con Madrid como alumnos más cumplidores, la Xunta se sitúa ahora como la octava comunidad con menor déficit público, con una tasa del 0,96% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que supone que ha ingresado 2.047 millones menos de los que ha gastado durante los once primeros meses del presente año.

Peor balance ofrece la Administración central, que con un 3,96% que equivale a 40.606 millones supera el objetivo de déficit marcado para todo el año del 3,8%. Aun así, el superávit de los ayuntamientos, que hasta septiembre ofrecen un balance positivo de 4.133 millones de euros, y el control de las comunidades, cuyo 1,12% -11.489 millones- está por debajo del 1,3% fijado por la Unión Europea para todo el ejercicio, permiten a España alcanzar el último mes del año con un déficit del 4,4%, a más de dos puntos del 6,5% de límite establecido para 2013. Por ello, la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, aseguró ayer que el Ejecutivo dispone de un "margen" que cifró en 20.000 millones de euros para ajustarse a las peticiones de Bruselas, que marcó un calendario de control fiscal a cambio del rescate a la banca.

Galicia cuenta con margen para cerrar el año por debajo del 1,3% fijado como objetivo para todo este ejercicio, como la mayoría de comunidades que a fecha de noviembre computaron un déficit del 1,12, según las últimas estadísticas del Ministerio de Hacienda. En primer lugar de la lista se sitúa La Rioja, con equilibrio presupuestario. Por contra, por encima de la línea roja del 1,3 quedan Navarra (-2,12%), aunque con un sistema propio como el foral, Murcia (-2,05%), Cataluña (-1,6%), Aragón (-1,38%) y Comunidad Valenciana (-1,35%).

La Administración central es la que ofrece un claro suspenso en su balance contable, que Hacienda atribuye al incremento de los intereses y a las transferencias a la Seguridad Social, organismo que con un 0,21% se sitúa lejos del máximo del 1,4% que tiene para este ejercicio. En ambos casos, los gastos se elevaron un 15% y un 24,9%, lo que contribuyó de manera determinante para que los gastos en los once primeros meses del año aumentasen a 151.705 millones, un 6,8% más que el año pasado, frente a los 11.099 de gasto. Esa situación no ha podido ser compensada por el incremento del 2,2% de ingresos por parte del Estado, que en términos brutos se elevan al 3,1%.

"Todos estos datos son relevantes y acreditativos de que en este momento, desde ese 4,87%, tenemos margen suficiente para garantizar el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria de España, el comprometido con la Unión Europea en esta senda de convergencia en la que estamos implicadas todas las administraciones territoriales", aseguró ayer Currás.

La exconselleira de Facenda apuntó como logro, al margen del incremento de intereses, que "el gasto público se está conteniendo en todas las administraciones", clave para lograr cumplir el 5,8% fijado para 2014.

Para tratar de cuadrar las cuentas el desembolso en nóminas se ha recortado un 2,6%, lo que constituye un ahorro de 16.747 millones, según los datos de Hacienda, mientras que las inversiones reales se han desplomado otro 14,5% hasta los 4.149 millones de euros.