Partido X no es una formación al uso. No tiene aún líder visible, pero sí un programa claro. Nace al abrigo del fenómeno 15-M, el movimiento de los indignados en mayo de 2011. Unas 50 personas forman el núcleo de la agrupación, apoyada por más de 20.000 ciudadanos. María Becedas, del grupo de comunicadores, expone los detalles de un proyecto que busca, dice, restablecer el pacto democrático en España, hoy "roto".

-¿Qué es el Partido X?

-La X es un incógnita, representa a cualquier ciudadano que se siente identificado con nuestro método y programa. Este partido es una herramienta administrativa. Somos primero una Red Ciudadana, que trabaja con base en un pacto transversal no ideológico y de mínimos para solucionar el problema de la crisis y la falta de democracia. Los gobiernos gobiernan de espaldas a la ciudadanía y el pacto democrático está roto.

-Hartazgo, rabia, desesperanza... ¿cuál fue el sentimiento que más pesó para crear este grupo?

-Empoderamiento. Es necesaria una vía para canalizar las protestas y que realmente se puedan cambiar las cosas a nivel electoral.

-Su intención es presentarse a las elecciones europeas.

-Iniciamos una gira en Sevilla para tomar el pulso a la ciudadanía y ver qué aceptación tiene el partido. Estamos preparados, tenemos las herramientas y tras un año de trabajo disponemos de un programa detallado, nada abstracto ni ideológico.

-La constitución de un partido va aparejado a una ideología, ¿cuál es la de esta formación?

-En este caso la lógica.

-El sentido de la lógica difiere para unas personas y para otras.

-Lo que hacemos es trabajar con base en mínimos comunes. Ya hay determinadas cosas en las que todos estamos de acuerdo. El programa Democracia y Punto fija cuatro mecanismos: transparencia en la gestión pública; wikigobierno -el ciudadano decide la agenda del Gobierno- y wikilegislación, que se pueda participar en la elaboración de las leyes; derecho a voto real y permanente, para que ante un tema de calado la persona pueda ir a Correos o usar su DNI electrónico para votar directamente; y referéndum vinculante, que lo votado sea de obligado cumplimiento.

-¿Cada decisión sería consensuada con los ciudadanos?

-Se trata de tener control absoluto y constante sobre nuestros gobiernos, sin que sea una carta en blanco cada cuatro años.

-¿Si su mensaje no cala para los comicios de mayo lo intentarán en los del próximo año?

-Nuestro objetivo es cambiar el concepto de política. Estamos en una democracia del siglo XIX, pese a vivir en el siglo XXI.

-¿La ciudadanía organizada causa miedo al poder?

-Sí. Esto surgió para ser un lobby de presión ciudadana. Hay más colectivos, pero detectamos un techo de cristal entre los ciudadanos, aunque nos organicemos, y los políticos. Por eso se crea este partido: para estar representados.

-Buena parte de sus miembros proceden del 15-M.

-Sí, gran parte, pero hay otras personas que no. Hay químicos, ingenieros, profesores... Ninguno de los integrantes es político.

-¿Cómo se financia el partido?

-Es absolutamente transparente. Todas las cuentas y facturas aparecen en nuestra web. Hasta ahora no hemos tenido gastos porque los financia cada uno de su bolsillo. Para presentar la Red Ciudadana en octubre hubo un crowdfunding y en 72 horas conseguimos aportaciones de particulares.

-¿Cuáles son los requisitos para entrar en sus listas abiertas?

-Los candidatos pueden ser propuestos por todo el mundo. No necesitan ser parte de la Red. Se ponderará su competencia en su materia, capacidad para explicarse en público, trayectoria de trabajo por el bien común, afinidad con el método y programa de Red Ciudadana y habrá un criterio de igualdad entre hombres y mujeres.

-¿Y el cabeza de lista?

-Todos pasarían un fogueo, un interrogatorio por los ciudadanos y miembros de la Red. Tras una votación saldría la lista final.

-¿Contar con el ingeniero Hervé Falciani, que investiga a los evasores fiscales, es un anzuelo para captar a personas hartas de la corrupción?

-Los expertos independientes que tenemos son muy competentes y el tirón mediático también nos ayuda para llegar a la gente.

-En este momento afloran muchos partidos.

-Es reflejo de la desilusión. Hay desconfianza hacia los políticos. Surgen grupos que intentan dar soluciones. Hay que abrir las puertas del hemiciclo y ventilar. En las elecciones el espacio de abstención es casi más grande que el de votantes porque no encuentran una alternativa. Nosotros proponemos soluciones pragmáticas y, si gustan, tendremos el espacio.