Los propietarios de montes que corten madera para su venta estarán obligados a repoblar los árboles talados en un plazo máximo de dos años. Así lo recoge el decreto de la Consellería de Medio Rural que regula los aprovechamientos madereros y leñosos y que fue aprobado por el Consello de la Xunta. Según esta nueva normativa, los particulares que necesiten madera para uso doméstico no podrán cortar más de 10 metros cúbicos anuales por persona.

Si no se comercializa la madera, los particulares no tendrán que pedir autorización a la Administración, pero sí informar a la Consellería de Medio Rural.

En caso de incendio forestal, la Xunta obligará a los propietarios, bajo amenaza de sanción, a talar la madera quemada en un plazo máximo de seis meses si se trata de zonas sensibles y hay riesgo de escorrentías o de que surjan problemas de sanidad vegetal.

En cuanto a los pastos, Medio Rural prohíbe "salvo en casos excepcionales" el pastoreo en todos los montes y terrenos forestales afectados por los incendios forestales en un plazo de dos años. En el caso de que el terreno esté arbolado, no podrá haber aprovechamiento de pastos hasta que las adecuadas condiciones de restauración de la masa arbórea lo permitan. El decreto aprobado ayer por la Xunta regula además por primera vez los aprovechamientos micológicos. Si las setas son para consumo propio no podrán recogerse más de 2 kilos por persona y día, salvo que sean un producto de plantación. Si es para uso comercial, entonces no hay límites pero los interesados deberán pedir permiso al propietario del monte para su recogida. Por último, si se recolectan hongos con fines científicos, la limitación estará en cinco unidades representativas enteras por especie.

La intención de la Xunta con este nuevo decreto es combinar un adecuado aprovechamiento del monte con su preservación. Los bosques en Galicia son, después de los asturianos, los que concentran más carbono subterráneo. La razón es la humedad del suelo, según el estudio realizado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Cataluña.

La amenaza es el cambio climático, según advierten los investigadores. "Si aumenta la temperatura en zonas húmedas como Galicia, probablemente los microorganismos del suelo trabajarán más rápido, consumirán más materia orgánica y emitirán más CO2", precisó uno de los científicos responsables de elaborar el estudio, Enrique Doblas-Miranda.

El suelo forestal gallego guarda 11,4 kilos de carbono por metro cuadrado. Solo Asturias la supera con un total de 11,6 kilos. El tercer lugar lo ocupa País Vasco con 11 kilos.

Por el contrario, las comunidades con menos reserva de carbono son Andalucía, con 6,9 kilos; Extremadura, 6,8 kilos; y Murcia, con 6,5 kilos.

En conjunto, en España los suelos forestales acumulan carbono equivalente a la emisión de 29 años. El suelo es la mayor reserva de carbono natural porque puede capturar más carbono del que emite y lo puede retener durante mucho tiempo, por lo que es una vía para evitar la concentración de CO2 en la atmósfera.