La rotura de una balsa de la mina abandonada de monte Neme, en el concello coruñés de Malpica, el pasado 10 de febrero durante uno de los temporales de invierno hizo saltar las alarmas sobre las medidas de seguridad y el riesgo de vertidos en la zona. El desbordamiento causó "un desastre sin precedentes" en las localidades de Razo (Carballo) y Aviño (Malpica) al originar un vertido de más de 24.000 metros cúbicos de agua y lodos que corrieron montaña abajo arrastrando en su camino piedras y plantas, aunque sin que hubiese que lamentar daños personales debido a los árboles que actuaron como bloque de contención. La plataforma Salvemos Cabana ya había denunciado en su día la falta de previsión de la Xunta al hacer caso omiso de las advertencias de inestabilidad y peligrosidad de las balsas.

A raíz del suceso el colectivo pidió a la Consellería de Sanidade un análisis completo para descartar riesgos. Desde Salvemos Cabana confirman que el departamento autonómico les ha confirmado que Augas de Galicia continúa con las analíticas en los puntos de vertido y de las zonas receptoras, aunque no se conoce por ahora la incidencia en las captaciones de agua para el consumo humano. Y añaden que según sus datos, en estos análisis se ha detectado la presencia de "alarmantes" niveles de alumino y bajos de pH que demostrarían la presencia de aguas ácidas tóxicas derivadas de la actividad minera en la zona con la extracción de wolframio y estaño desde inicios del siglo XX a finales de los 80.

La organización denuncia que la presencia de estos residuos puede causar daños en caso de nuevos vertidos o si se instalan canalizaciones de drenaje porque los filones de metal pueden llevar materiales tóxicos.

Salvemos Cabana también denunció al Servicio de Protección da Natureza (Seprona) de la Guardia Civil un vertido incontrolado de aguas ácidas en otra de las balsas situada al este de la concesión minera Reconquista y que se dirige hacia la localidad de Nétoma, en Carballo. La plataforma explica que Leitosa S.A.U. -la última adjudicataria de la explotación del monte Neme antes de entrar en concurso de acreedores en octubre de 2012- solicitó a la Consellería de Medio Ambiente una autorización para verter "aguas residuales y de escorrentía depuradas", pero que -aclaran- no tiene que ver con el vertido que afecta a la zona.

La intención del Gobierno gallego es regenerar el monte Neme y así lo publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el pasado abril para someter a información pública el proyecto de restauración de la antigua cantera que constará de cinco fases y tendrá un coste aproximado de 794.000 euros. La iniciativa remitida por el administrador concursal de Leitosa S.A.U. a la Consellería de Industria a principios de marzo incluye el desmantelamiento de las instalaciones, la preparación de los terrenos para revegetación de la zona y la colocación de un sistema de drenajes para evitar la inestabilidad del terreno. Para Salvemos Cabana se trata de "una restauración incompleta" que se centra solo en el hueco de la anterior mina -denominada Rima- y obvia otras zonas que considera "restauradas" pero que están "muy degradadas". Además, alertan de que cubrir el terreno con vegetación que pueda usarse luego como pasto para el ganado "sin analizar la contaminación de la superficie y si hay restos tóxicos".