El balance del comercio exterior del sector pesquero español el pasado año, donde Galicia tiene un papel protagonista, ofrece datos negativos, con caídas tanto en el volumen de exportaciones como en el de importaciones. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura sobre 2013 (aún no definitivos), las exportaciones españolas de productos pesqueros y acuícolas bajaron el pasado año un 4,53%, al pasar de las 1.004.698 toneladas registradas al cierre de 2012 a las 959.203 contabilizadas en 2013.

Las importaciones se redujeron además un 1,28%. En cifras absolutas, de adquirir en el exterior en 2012 un total de 1.494.424 toneladas, el pasado 2013 se pasó a 1.475.236 toneladas. Y, como es habitual, las importaciones mayoritarias provinieron de terceros países, frente a las compras en los países de la Unión Europea.

Mientras y, como también es usual, la mayor parte de las ventas de los productos pesqueros españoles tuvieron como destino la Unión Europea, que concentró dos tercios de las exportaciones pesqueras del sector pesquero español.

Mientras los países de la Europa comunitaria abastecieron al sector español el pasado año con 411.568 toneladas, los mismos países recibieron más de 600.000 toneladas de producción pesquera española. En paralelo, los terceros países (los que no pertenecen a la UE) vendieron a España más de un millón de toneladas de pesca el año pasado mientras que sus compras en España fueron solo un tercio de esa cantidad, 339.245 toneladas. Por valor económico, el sector gastó en importaciones algo más de 4.800 millones de euros, mientras que los ingresos por las ventas en el exterior ascendieron a 2.905 millones. Tanto el valor económico de las importaciones pesqueras como de las exportaciones se redujo el pasado año entre un 2,5 y un 3% en relación con 2012. Por grupos de productos, tanto los congelados de pescado como las conservas arrojan valores negativos en exportación con descensos superiores al 8% en el primer caso y al 5% en el segundo.