El buen tiempo saca a miles de motoristas a la carretera. Si el binomio velocidad-distracción resulta fatal a la hora de ponerse al volante de un turismo, las consecuencias de superar los límites o un pequeño despiste sobre dos ruedas son todavía más nefastas. El balance de este verano en las carreteras gallegas ha hecho saltar las alarmas en la DGT. De los 15 fallecidos en accidentes de tráfico en la red viaria de la comunidad desde julio, cinco eran conductores de moto, lo que supone que uno de cada tres muertos en carretera Galicia este verano es conductor de moto. La cifra resulta elevada si se tiene en cuenta que en lo que va de año ya son nueve los motoristas muertos en las carreteras gallegas, tantos como los contabilizados en todo 2013.

La elevada tasa de vehículos de dos ruedas implicados en un accidente llevó en los últimos años a Tráfico a intensificar las campañas para controlar y vigilar a motos y ciclomotores para concienciarles de la necesidad de una conducción responsable y segura. Estas acciones permitieron reducir en los últimos años la sangría de motoristas fallecidos en las carreteras españolas, especialmente en las de la comunidad gallega.

De los 38 conductores de moto fallecidos en 2007 en la red viaria de la comunidad se ha pasado a nueve en 2013. Año tras año, la accidentalidad con vehículos de dos ruedas en Galicia ha descendido: 32 fallecidos en 2009, 17 tanto en 2010 como en 2011 y nueve el año pasado. Pero en 2014 la tendencia se invertirá ya que en lo que va de año ya se ha alcanzado esta cifra y todavía queda verano por delante.

Uno de los últimos accidentes mortales de moto en España se produjo en Galicia. Un joven de 32 años falleció en Bueu a última hora de la tarde del lunes tras caer de la Yamaha 125 que conducía y golpearse el cuello con el quitamiedos. Los guardarraíles, que funcionan como sistemas de protección para los vehículos de cuatro ruedas, son el principal enemigo de los motoristas ya que las planchas metálicas funcionan como cuchillas.

Perfil

Entre julio y septiembre se producen el 40% del total de accidentes con motos. Casi el 90% de las motos implicadas en accidentes mortales tiene un motor superior a los 500 centímetros cúbicos. La mayoría de los fallecidos no son conductores novatos; la práctica totalidad superan los 30 años y tienen el permiso desde hace más de dos años. Detrás de estos accidentes están el exceso de velocidad, las distracciones y los adelantamientos indebidos. La mayoría, más de un 80%, ocurren en carreteras secundarias y convencionales.

La elevada siniestralidad es el reverso trágico de la motomanía que comenzó en España hace diez años. Desde entonces, el parque nacional de motocicletas ha crecido hasta rondar los tres millones (2,8 millones), lo que supone un 75% más que los 1,6 millones de motos censadas en 2004.