Los litigantes gallegos ingresan cada día en los juzgados de la comunidad más de un millón de euros, un 140% más que los depósitos realizados en los últimos años en concepto de fianza, multas, embargos, garantías o indemnizaciones de procesos judiciales en curso. Al cierre del año pasado, los tribunales de Galicia tenían bloqueados más de 168 millones a empresas y particulares por asuntos pendientes, casi nueve millones más (+5,3%) que el saldo de consignaciones del ejercicio anterior. Con los intereses que generan esos ingresos, la Justicia gana en la comunidad unos siete millones al año.

Buena parte de esos depósitos judiciales se devuelve a los litigantes, aunque sin intereses, o van a parar a la parte contraria cuando se dicta sentencia a su favor. Pero también una parte de esas entregas corresponde al Ministerio de Justicia, como son los depósitos para la interposición de un recursos, cuyo fin es disuadir a quienes reclaman sin fundamento jurídico. Sin embargo, también hay miles de euros que tras años congelados en el banco se quedan en las arcas del Estado porque los ciudadanos, una vez terminado el proceso, no pasan a recogerlos. Estas cantidades no reclamadas acaban en las cuentas corrientes del Tesoro Público. También acaban en las arcas públicas los depósitos en concepto de fianza de acusados en rebeldía y aquellas consignaciones con algún error formal.

¿Cuándo se procede a la devolución de estos depósitos judiciales? Una vez el juez dicta sentencia firme. Pero la Justicia no abona de oficio el dinero depositado por los litigantes, sino que tienen que ser ellos quienes lo reclamen. La relación de depósitos y consignaciones que están a punto de pasar a engordar las cuentas del Tesoro Público las publica periódicamente en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Secretaría de la Administración de Justicia. Algunos de los depósitos que aparecen en esas listas llevaban décadas sin ser reclamados. Su cuantía es muy dispar. Los hay inferiores a un euro y en algunos casos ronda los 6.000. El objetivo del llamamiento del Ministerio de Justicia es claro: el ultimátum para que los litigantes afectados pasen a recoger esos depósitos en el plazo de un mes, de lo contrario "se declarará abonado a favor del Estado".

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Estos depósitos y consignaciones judiciales también generan intereses. En el conjunto del país, la Justicia gana unos 150 millones con los intereses de las fianzas, según estimaciones de expertos sobre los cerca de 7.000 millones que los litigantes ingresaron en los juzgados españoles en 2013, año que se cerraron las cuentas de los órganos judiciales con un saldo de 3.420 millones -un 17,6% más que los 2.907 millones del ejercicio anterior-. En el caso de Galicia, los intereses que generan los depósitos y consignaciones judiciales superaron en los últimos años los siete millones anuales.

Según datos del Ministerio de Justicia, el saldo de las cuentas corrientes de los juzgados gallegos en 2014 se incrementó un 5,3%, al pasar de los 159,7 millones con los que se cerró 2013 a los casi 168,2 del ejercicio pasado. En total, 8,5 millones más. A Coruña es la provincia gallega que al cierre del año tenía más ingresos en concepto de multas, fianzas, embargos o indemnizaciones bloqueados: 93,6 millones, lo que supone casi el 56% de todos los juzgados gallegos. Le sigue en el ranking, la provincia de Pontevedra, con 46,9 millones. Cierran la lista Lugo, con 14,6 millones y Ourense, con casi 13 millones.

La evolución en las cuentas en cada provincia ha sido muy dispar. Mientras en los tribunales coruñeses apenas se ingresó un 0,4% más que el ejercicio anterior, en Pontevedra y Lugo, el incremento del saldo de depósitos judiciales fue del 18,5% y 16%, respectivamente. Por el contrario, en Pontevedra el saldo fue inferior -casi 700.000 euros menos que en 2013, lo que supone un descenso del 4,16%-.