Plazas vacantes, excedencias, concellos que recurren a vigilantes municipales para realizar funciones de policías locales, plantillas con menos de tres agentes, servicios nocturnos sin cubrir, falta de personal para realizar cada servicio entre dos efectivos... El déficit de personal en la Policía Local no entiende de tamaño y afecta tanto a ciudades, como a villas y a pequeños concellos. La crisis ha agravado las carencias de las unidades policiales en los 129 ayuntamientos gallegos que en la actualidad disponen de agentes municipales, hasta el punto que tienen más de un 10% de sus plazas sin cubrir y la plantilla se queda un 40% por debajo de lo que aconsejan la propia Xunta y la UE: 1,8 policías locales por cada 1.000 habitantes. Frente a las casi 2.500 plazas cubiertas en Galicia, según las recomendaciones que recoge la Consellería de Presidencia en el decreto por el que se desarrolla la Lei de Coordinación de Policías Locais de 2007, los municipios gallegos deberían tener más de 4.200 agentes.

Ninguno de los 129 concellos con Policía Local -59 en la provincia de A Coruña, 17 en Lugo, 14 en Ourense y 39 en Pontevedra- cumple con las cifras que proponen Xunta y UE. Teniendo en cuenta estas recomendaciones, la plantilla mínima con la que debería operar un ayuntamiento de 5.000 habitantes estaría en 10 agentes, un número que está muy por encima de los tres efectivos -dos agentes y un oficial al mando- que exige la ley autonómica para los concellos que superen esa franja de población. Hasta un total de 28 concellos tienen en su Policía Local menos de tres efectivos: Abegondo, Arzúa, Cabana, Cabanas, Cariño, Corcubión, Fisterra, Laxe, Muxía y Tordoia, en A Coruña; Cervo, A Fonsagrada, Friol, Guitiriz, Palas y Rábade, en Lugo; Maceda, Pobra de Trives y Vilamartín, en Ourense; y A Cañiza, Cuntis, A Illa, Mondariz, As Neves, Ponte Caldelas, O Rosal, Vila de Cruces y Vilaboa, en Pontevedra. O lo que es lo mismo, uno de cada cinco ayuntamientos que tienen Policía Local en Galicia incumple la ley. La situación más crítica se da en diez de esos concellos, donde un único policía se ocupa en todo el municipio de velar por la seguridad ciudadana sin posibilidad de hacer turnos ni repartirse vacaciones.

La razón que explica el raquitismo de estas unidades policiales suele ser casi siempre económica, debido a que para poder sostener un cuerpo propio algunos concellos prefieren congelar las plantillas de manera indefinida. La crisis, según apuntan los sindicatos policiales, no ha hecho más que agravar esta situación ya que a la habitual insuficiencia de agentes hay que añadir las dificultades para cubrir bajas o vacantes derivadas de jubilaciones o traslados.

Cuando el Gobierno central decidió congelar las plantillas de las administraciones públicas, de manera que prohibió cubrir las plazas que iban quedando vacantes, quedó excluido el personal de la sanidad y los funcionarios docentes, donde se permitió una tasa de reposición del 10%. Sin embargo, posteriormente se aceptó una alegación de las organizaciones policiales para que entre las excepciones también se incluyesen las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Pero algunos ayuntamientos, en especial los pequeños pero también algunos medianos, ni tan siquiera cubrieron ese 10% permitido por falta de recursos.

A finales del año pasado, el Consejo de Ministros acordó incrementar del 10 al 100% la tasa de reposición de efectivos en los cuerpos de Policía Local para los ayuntamientos que cumplan con sus objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública.

En la actualidad, según datos de la memoria de Policía Local de 2014 avanzados por la Consellería de Presidencia, un 10,5% de las plazas en los ayuntamientos de la comunidad están vacantes. Por provincias, Pontevedra es la que concentra el mayor volumen de puestos vacíos (12,25%), seguida de Ourense (10,27%), Lugo (9,5%) y, finalmente, A Coruña (9,3%).

En el caso de las ciudades, Ourense y Santiago registran el porcentaje más alto de vacantes en su Policía Local, un 14,2% y 11,3%, respectivamente. Le siguen en el ranking con 40 plazas sin cubrir Vigo (9,9% del total) y Ferrol, con 9 vacantes (8,4%). Casi a la par, con cerca de un 7% de puestos sin ocupar están Lugo (9 plazas, aunque en este caso también tiene ocho plazas creadas en la subescala facultativa que también están vacantes) y Pontevedra (8). Los 22 puestos sin cubrir en A Coruña representan el 5,7%.

Este año, la mejora de la situación económica permitirá a los concellos cubrir vacantes en sus unidades policiales. Las ciudades gallegas repondrán unos 40 puestos, según datos facilitados por los concellos de las urbes, a excepción de Ourense. El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de A Coruña aprobó la mayor oferta pública de empleo de los últimos años: dos oficiales y un inspector, que se unen a la oferta de 2014 convocada ahora: un inspector principal, dos inspectores y ocho oficiales. En total se cubrirán 14 plazas vacantes. En Ferrol se convocarán 10 plazas; en las ciudades de Lugo, Vigo y Santiago se repondrán cuatro y otras tres en Pontevedra.

Seguridad

El hecho de que las plantillas de la Policía Local en la comunidad estén bajo mínimos dificulta que se pueda prestar un servicio integral a la ciudadanía, según advierte el presidente de la Asociación de Xefes de Corpo e Mandos de Policía Local de Galicia (Axempol), el inspector José Ángel Ruibal. "Hay muchos municipios que no disponen de servicio policial nocturno; en algunos casos tampoco se cumple el número mínimo de miembros para crear el cuerpo de Policía Local, hay municipios en los que no es posible garantizar el binomio policial mínimo recomendable para prestar servicio con seguridad para los intervinientes y en consecuencia sin poder dar tampoco la seguridad que merecen los vecinos", enumera Ruibal. También hay algún caso, según detalla, donde no hay cuerpo de Policía Local con todas sus competencias, y en contra de la ley existen vigilantes municipales en número superior al máximo establecido y que tienen muchas limitaciones funcionales.

A las dificultades de las unidades de Policía Local para recuperar los niveles óptimos para prestar sus servicios se suma "otra circunstancia desfavorable". "A consecuencia de varias sentencias como la referida a la ilegalidad de la exigencia del requisito de la edad para el acceso a la categoría de policía se han paralizado diversos procedimientos de selección que ya estaban convocados y que actualmente se encuentran a la espera de la modificación de la ley para adaptar las bases de la convocatoria e iniciar la selección", según destaca Ruibal.

Desde la Xunta trabajan ya en la reforma de la Lei de Coordinación de Policía Local. A finales del año pasado se constituyó un grupo de trabajo para elaborar una propuesta con los aspectos afectados por la sentencia del Tribunal Supremo sobre la limitación de edad para el acceso a la Policía Local, así como otras cuestiones de "necesaria actualización y ajuste" con la normativa estatal. "Esta propuesta será informada en el seno de la comisión de coordinación de Policías Locales, cuya convocatoria será en breve; este será el paso previo al trámite parlamentario", avanzan desde el departamento que dirige Alfonso Rueda.

Medios técnicos

Pero el actual problema de los cuerpos policiales municipales no está solo en la falta de personal con el incumplimiento de la ratio policial recomendada y la que fija la Xunta en la ley autonómica. Las plantillas también carecen de medios técnicos.

Desde Axempol denuncian que hay ayuntamientos que no facilitan la dotación de esos medios, lo que "redunda en deficiencias en la prestación del servicio a los ciudadanos", así como hay concellos que carecen de lo más básico como pueden ser unas "dependencias idóneas" para la atención al público y la instrucción de diligencias o medio ofimáticos suficientes. Entre ellos, destacan la falta de etilómetros de precisión para detectar la conducción con alcoholemia o de equipos formados para que puedan realizar las pruebas de drogas así como la carencia del arma oficial por parte de agentes en algunos municipios.

"Es evidente que un ayuntamiento si crea y dispone de un cuerpo de Policía Local para dar servicio a sus vecinos, debe hacerlo con todas sus consecuencias, entre las que está dotarlos convenientemente; y si no es así que no disponga del servicio", sentencia el presidente de Axempol.

Para los ayuntamientos que no dispongan de recursos suficientes para prestar servicios de policía local, los mandos policiales apuestan por facilitar su cooperación en la ejecución de esas funciones policiales. "Las condiciones que prevé la ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para estos supuestos son bastante restrictivas y dificultan esa posibilidad y además están sometidas a autorización", cuestiona Ruibal.

Ante esta situación, los mandos policiales demandan a la Xunta un mecanismo "reglado, flexible y ágil" que permita la colaboración y apoyo entre cuerpos en situaciones especiales que requieren de medios técnicos o personales concretos, o extraordinarios, y en muchas ocasiones, imprevisibles. En la actualidad el llamado convenio de colaboración intermunicipal, puesto en marcha por el Ministerio del Interior y avalado y difundido a los concellos por la Xunta y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), permite colaboraciones entre policías locales pero se limita a eventos previsibles como puede ser la celebración de las fiestas patronales. La reclamación de Axempol va más allá y pretende que esa colaboración, en la actualidad según advierten está estancada ya que la comisión estatal que se creó para impulsarla está paralizada, se permita en supuestos de emergencias, en siniestros graves de circulación, controles de seguridad o tráfico que requieran instrumentación o cualificación personal especial o en inspecciones administrativas de especial cualificación.

Los mandos policiales esperan que la propuesta, que ya ha sido trasmitida a la Dirección Xeral de Emerxencia e Interior, se recoja en la próxima reforma de la ley.