Tres de cada diez ayuntamientos carecen de protección ambiental en su territorio

El 13% de la superficie de la geografía gallega es territorio protegido - Una decena de ayuntamientos cuentan con más de 10.000 hectáreas con espacios naturales

Participantes en una ruta guiada por la costa de Dexo de Oleiros.

Participantes en una ruta guiada por la costa de Dexo de Oleiros. / l. o.

a coruña

El Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia; seis reservas de la Bioesfera; seis parques naturales, entre ellos As Fragas do Eume o el complejo dunar de Corrubedo; cinco humedales y dos paisajes protegidos; y más de 70 espacios encuadrados en la Red Natura 2000 como Zonas de Especial Protección de Valores Naturales (Zepvn) son algunas de las distinciones que reconocen la riqueza natural de Galicia. La geografía gallega ocupa una extensión de casi tres millones de hectáreas de las que 398.781 (un 13%) gozan de algún tipo de protección ambiental. Se trata de espacios incluidos en la Rede Galega de Espazos Naturais (RGEN) o en la Rede Natura, y también aquellos que están agrupados bajo la categoría Otras Figuras de Rango Internacional (OTRI).

Pese a que Galicia ha aumentado su territorio protegido en los últimos años, tres de cada diez municipios gallegos no tienen ni una sola hectárea que cuente con protección ambiental. Son 95 concellos de la comunidad los que carecen de este tipo de distinciones, 45 de ellos en la provincia de Ourense y 20 en A Coruña. Este fenómeno es menor en Lugo y Pontevedra con 16 y 14 ayuntamientos sin espacios protegidos.

En la provincia de A Coruña destaca la ciudad coruñesa y municipios de su área metropolitana como Culleredo y Sada, que tienen cero hectáreas con protección. Lo mismo sucede en la urbe de Ourense.

Junto con este grupo, hay casi una quincena de ayuntamientos donde el territorio que recibe algún tipo de reconocimiento ambiental no llega a las diez hectáreas. Se trata de los concellos de A Capela, Monfero, Ares y Mugardos, en A Coruña; o Meira y Riotorto, en Lugo. En la lista no hay ningún concello de Ourense, mientras que ocho -más de la mitad- están en la provincia de Pontevedra: Pontecesures, Mondariz-Balneario, Moaña, A Cañiza, Fornelos de Montes, Pazos de Borbén, Redondela y Soutomaior.

Ourense y Lugo

En el otro extremo se sitúan una decena de ayuntamientos con más de 10.000 hectáreas reconocidas como paisajes protegidos que representan más de la mitad del territorio e incluso en algunos más del 90%. Ninguno de estos concellos están en las provincias de A Coruña y Pontevedra, sino que se concentran a partes iguales en Lugo y Ourense con cinco casos cada uno. Destaca el municipio lucense con 27.118 hectáreas que supone casi el 97% de toda su extensión. Este top ten lo completan Navia de Suarna, Pedrafita do Cebreiro, Folgoso do Courel, Quiroga, Lobios, Chandrexa de Queixa, Manzaneda, Vilariño de Conso y Viana do Bolo.

En el caso de las ciudades, aunque sean A Coruña y Ourense las únicas grandes urbes que carecen de superficie con protección ambiental, el porcentaje en Santiago, Lugo y Pontevedra no llega en ningún caso al 1% de paisajes reconocidos como espacios naturales.

En cifras absolutas, se corresponde con 97 hectáreas en Compostela, 273 en la ciudad deLugo y 71 en Pontevedra. En Vigo, sus 447 hectáreas protegidas suponen un 4%. Pero a la cabeza y con diferencia se sitúa Ferrol, ya que el 19% de su territorio está catalogado como parque natural o espacio de la Red Natural, que abarcan 1.585 hectáreas.

En lo que se refiere al área metropolitana coruñesa, el municipio con más paisajes protegidos es Abegondo (355 hectáreas), seguido de las 354 de Oleiros, las 245 de Arteixo o las 232 de Betanzos. La protección ambiental es menor en los concellos de Cambre y Carral con 54 y 24 hectáreas catalogadas respectivamente.

La Rede Galega de Espacios Naturales (RGEP) abarca 67.494 hectáreas y en ella se integran el Parque Nacional das Illas Atlánticas -8.840 hectáreas- junto con otros parques y monumentos naturales, además de humedales y paisajes protegidos y los espacios incluidos en la Rede Natura 2000 por sus valores naturales. En total, casi un centenar de zonas con protección ambiental. Algunos enclaves incluso están protegidos por partida doble o múltiple como en el caso de Corrubedo.

Unas 996 hectáreas del complejo dunar y las lagunas de Carrexán y Vidán están reconocidas como parque natural, pero otras 984 que abarcan las playas, la laguna y la duna también cuentan con la distinción de humedal protegido. Y como Zonas de Especial Protección por sus Valores Naturales (Zepvn) de la Red Natura están por separado 9.265 hectáreas del complejo húmedo de Corrubedo y 971 del complejo litoral.

Algo similar ocurre con As Fragas do Eume con el mismo número de hectáreas (unas 9.127) clasificadas como parque natural y al mismo tiempo espacio de la Red Natura. O con la costa de Dexo de Oleiros, con casi 300 hectáreas consideradas monumento natural y zona de especial protección. Por su parte, la playa de As Catedrais de Ribadeo (Lugo) cuenta con una treintena de hectáreas consideradas monumento natural, mientras que 297 son de la Red Natura. Las dunas de Corrubedo, As Fragas do Eume, la costa de Dexo, los Penedos de Pasarela y Traba de Vimianzo, la zona de Mandeo en Betanzos, el monte Pindo de Carnota -foco de uno de los mayores incendios de los últimos años en un espacio protegido junto con el de As Fragas-, la costa Ártabra, A Costa da Morte, la de Ferrolterra, Estaca de Bares, la ría de Ortigueira o los ríos Tambre y Anllóns son algunos ejemplos de la naturaleza coruñesa cuyo valor está reconocido.

Además de los espacios de la RGEP y la Red Natura, existen Otras Figuras de Rango Internacional (OTRI) divididas en cuatro espacios naturales de interés local, entre ellos, las islas de San Pedro de A Coruña; y un espacio privado, los Sobreirais do Faro de Pontevedra.

El área de Os Ancares y O Courel, identificada como zona especial por su valor natural es el de mayor extensión de toda la comunidad gallega en lo que se refiere a protección ambiental: más de 102.000 hectáreas. Pero hay otros ejemplos, todos monumentos naturales, donde la superficie catalogada solo es de una hectárea, como ocurre en Carballa da Rocha (Rairiz da Veiga) u oscila entre dos y cinco como en el souto de Rozabales (Manzaneda), el souto da Retorta (Viveiro) y la Fraga de Catasós (Lalín).

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