De Lara investiga si Monbus pagó mordidas a militares para hacerse con la concesión del transporte

Los dos militares detenidos en Madrid en el marco de la operación Cóndor, un teniente coronel del Ejército de Tierra y un sargento de la Brigada de Paracaidistas, quedaron ayer en libertad tras prestar declaración ante la juez, aunque siguen imputados.

Según informaron fuentes judiciales, la juez Pilar de Lara trata de averiguar si el conglomerado empresarial de Raúl López pudo pagar mordidas para hacerse con la concesión del contrato de transporte de las Fuerzas Armadas.

El abogado del teniente coronel aseguraba ayer, tras el interrogatorio a su cliente, que su patrocinado "hizo una declaración clarificando todos aquellos puntos en los que era imprescindible matizar la posible imputación y ha salido todo estupendo". En su opinión, "se han clarificado todos aquellos puntos que tenían cierta oscuridad".

Estos aspectos sobre los que fue requerido el detenido por Pilar de Lara hacían alusión, según el abogado, a "unos transportes". La juez investiga posibles irregularidades en la concesión del traslado de militares en toda España a la empresa Monbus.

La magistrada, encargada también de la instrucción de la Pokemon, indaga también sobre los contratos del Ministerio de Fomento con Monbus ante la sospecha de que pudiera existir un topo en este departamento que filtrara información al grupo de empresas de Raúl López. De ahí que agentes de Vigilancia Aduanera hayan registrado el despacho de un funcionario de Fomento, incautándose de un ordenador y un móvil. En cualquier caso, este empleado público no fue detenido ni está imputado.

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