Mejora de la situación económica y, en especial, elecciones municipales el próximo 24-M y cita con las urnas para elegir al inquilino de la Moncloa a finales de año. Este es el cóctel que inyectará más inversión pública a las constructoras gallegas este año. El sector confía en que Xunta, concellos, diputaciones y Gobierno central aumenten la inyección de fondos para la licitación de edificaciones y proyectos civiles.

El objetivo que se marca el sector del ladrillo en la comunidad es llegar a los 1.000 millones para licitación de obra pública. Alcanzar esta cifra supondría un crecimiento del 28% respecto a 2014 (781,9 millones), ejercicio en el que las administraciones gallegas ya habían aumentado los contratos un 53%. La previsión va camino de cumplirse, ya que el primer trimestre de 2015 se cerró con 288 millones de inversión en obra pública.

"Siempre hay un repunte de la inversión de diputaciones y ayuntamientos cuando se acercan las elecciones. En época electoral, pasa siempre, sobre todo en unos comicios tan cercanos como son las municipales", reconoce José Luis Campos, presidente de la Federación Gallega de la Construcción.

Haz click para ampliar el gráfico

Este aumento del esfuerzo inversor de las entidades locales gallegas ya se notó entre enero y marzo de este año. Durante el primer trimestre, los ayuntamientos de la comunidad incrementaron sus licitaciones un 73% (de 23,9 a 41,5 millones) y las cuatro diputaciones, un 138% (de 10,9 a 26,1 millones). Una vez que se celebren las elecciones municipales este mes, Campos descarta que se vaya a producir un parón inversor. "No hay ningún parón. Prevemos que el ritmo sea bastante importante tras el 24-M y se alargue tras el verano. En la época estival siempre tenemos más actividad que en invierno debido al buen tiempo", explica.

Constructoras de fuera

La inversión en obra pública que procede del Gobierno central es la más importante. Seis de cada diez euros que se licitan en la comunidad salen de las arcas del Estado. Sin embargo, según explica el presidente de la Federación Gallega de la Construcción, esta partida no es tan importante para las empresas gallegas, ya que la gran mayoría de estos contratos se los llevan compañías de fuera.

Aún así, espera que las elecciones generales también sirvan para aumentar la inversión. "Hemos empezado bien el año con un incremento en los tres primeros meses. Estamos seguros de que va a seguir aumentado después de la municipales y luego están las generales que también vienen bien", explica Campos, quien ratifica que los comicios "más importantes" para el sector de la construcción son las municipales del 24-M.

José Luis Campos echa mano de los números para mostrar que, aunque se consigan los 1.000 millones para "estar medianamente", el sector sigue "en cifras muy inferiores a los de anteriores años". En 2010, el ritmo inversor de las administraciones en la comunidad alcanzó los 2.114 millones, para encadenar bajada tras bajada desde entonces: 1.540 millones en 2011; 1.423 en 2012; 508,9 en 2013 y 781 en 2014. "Es cierto que en 2014 crecimos más del 50% pero seguimos en cifras inferiores al 20-30% de las que se estaban invirtiendo en otros años", se queja el presidente de la patronal constructora, al tiempo que insiste en que lo ideal, ya que es consciente de que no se alcanzarán los balances de antes de la crisis, es que la licitación aumente un 25-30% con respecto a 2014 para llegar a los 1.000 millones.

¿Un posible cambio político en las corporaciones locales puede afectar a las inversiones? Campos lo descarta. "Esto no depende del color político. Las obras son las que son y no importa que haya un partido u otro. La red de carreteras, la red del ferrocarril hay que mantenerlas y no afecta un cambio de Gobierno", zanja el presidente.

El sector es consciente de que las grandes infraestructuras están prácticamente terminadas en Galicia "y no sería lógico esperar más". Su mercado seguirá estando en las carreteras secundarias, mantenimiento o edificación de centros sanitarios o colegios. "Se ha recortado tanto en gasto que echamos de menos más gasto en mantenimiento, que está prácticamente congelado", finaliza.