Menos del 10% de los incendiarios detenidos en la comunidad gallega presentan un trastorno de personalidad. Pero casi tres de cada diez arrestados habían estado sometidos a algún tratamiento psicológico o psiquiátrico. Sin embargo, ninguno de los cinco centros penitenciarios gallegos cuenta con módulos psiquiátricos específicos para incendiarios. Esta carencia se suple con el psiquiátrico de Conxo, el único de la comunidad que atiende a condenados por delitos medioambientales.