Los ecologistas lo tienen claro. Si la Xunta no modifica y amplía el plan rector de la red Natura 2000, la Comisión Europea sancionará a España por incumplir la directiva 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Pero no solo multará al Estado por considerar que el documento que aprobó la Xunta en marzo del año pasado no es una herramienta "suficiente" de protección medioambiental, sino que lo hará también por el conjunto de deficiencias detectadas en las actuaciones realizadas por el resto de comunidades.

En su informe de apercibimiento de sanción, la Comisión Europea detalla que el plan rector impulsado por la Xunta "no especifica con suficiente claridad las medidas concretas que habrán de aplicarse en cada uno de los lugares de la red". También advierte de que el informe "no aclara si se elaborarán planes de gestión específicos para todos los lugares de la red Natura" y que "las medidas de conservación recogidas en el plan son demasiadas vagas e indeterminadas".

En las alegaciones que ha enviado a Bruselas, la Xunta destaca que el plan director "recoge medidas de conservación y de gestión aplicables a cada lugar". ¿Serán suficientes sus explicaciones? Los ecologistas están convencidos de que no. Por ello consideran que, al final, la sanción se hará efectiva. "Coincido totalmente con lo que dice la Unión Europea. El plan director de la red Natura de Galicia solo son medidas vagas y genéricas y no es específico para cada uno de los lugares", confirma Serafín González, presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural.

Mónica Arto, representante de las asociaciones ecologistas en la junta consultora del parque de As Fragas, ratifica las palabras de González. "La Xunta no dispone de un plan de gestión para cada espacio. Todo son medidas genéricas y contraproducentes para esas zonas y no encajan con la idea de una red natura", sostiene.

Francisco Lueiro, portavoz de la asociación Arco Iris, comparte la misma idea. "Despachar los 59 espacios naturales gallegos con un solo plan director es de risa. No sirve y no es operativo. Falta que sea más concreto espacio por espacio", asegura este ecologista en línea con las demandas de la Comisión Europea.

"Es necesario que la Xunta haga un esfuerzo y realice un plan individualizado para cada espacio", solicita Mónica Arto, que reconoce que, "por comodidad", ha optado por medidas generalistas. Para Serafín González, la preocupación de la Comisión Europea también es que "el plan director debe prevalecer sobre el resto de instrumentos de gestión" y no como ahora que "está supeditado a intereses eólicos, madereros, turísticos?".

Mónica Arto, por su parte, incide en una demanda de la UE que el Gobierno gallego no pone en marcha. "Otro aspecto que le pide la Comisión Europea es que amplíe la red Natura y que se recojan más zonas de protección, pero la Xunta opta por no incrementarla. Hay cierta oposición para ampliar nuevos espacios", reconoce.

¿Serán suficiente, entonces, las alegaciones que ha presentado la Xunta? "No debería convencerles porque lamentablemente en temas ambientales Galicia está en el furgón de cola. Aplica tarde y mal las directivas europeas", se queja Serafín González. Para Mónica Arto, "la Xunta no puede justificar más porque la realidad es esa". "Al final, los ciudadanos acabaremos pagando la sanción por la negligencia de los responsables políticos que no son capaces de gestionar estos espacios protegidos", se lamenta.

"Seguramente que la Comisión Europea sancionará a España", advierte Francisco Lueiro. "Es como si sacan una ley, pero no aprueban un reglamento. Cada espacio protegido merece un trato individualizado y eso, la Xunta, no lo quiere hacer", reconoce.

Todas las comunidades tenían hasta el pasado 26 de abril para presentar sus alegaciones ante la Comisión Europea, que en estos momentos las está estudiando para decidir si sanciona o no España.