José Manuel Baltar es el único barón provincial del PP gallego que tuvo que medirse a un contrincante interno avalado por Feijóo. Fue en 2010 y su rival fue el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, con el que selló la paz el año pasado. Los resultados del domingo, sin embargo, han permitido al líder ourensano no solo sacar pecho por el tercer mejor resultado provincial para su partido de toda España sino que le ofrecen también la oportunidad de enseñar la puerta de salida a quienes no retuvieron el poder municipal; entre ellos, al propio Jiménez Morán, que perderá el bastón de mando ante un bipartito PSdeG-BNG. Lo mismo sucede con el alcalde de O Carballiño, Argimiro Marnotes, también derrotado.

Los resultados refuerzan a Baltar y blindan a Ourense de gran parte de los cambios anunciados por Feijóo para tratar de recuperar los 186.000 votos perdidos el domingo, pues la capital provincial se salva del desastre urbano generalizado y sitúan al exconselleiro Jesús Vázquez como el más votado y quien más opciones tiene de ser el alcalde, si bien con un grupo municipal y un partido de afines al dirigente provincial.

En el resultado urbano destacó el pinchazo de Ourense en común, una de las mareas de izquierda, tras el escándalo de unas primarias sin control y en las que militantes del PP votaron para designar a su candidato, como reconocen en privado varios de ellos, para boicotearlo.