Vender una vivienda o un local comercial para tapar agujeros o saldar las deudas pendientes puede acabar llevando al propietario a pedir un préstamo. En las últimas semanas, no pocos contribuyentes se han enterado a la hora de deshacerse de un inmueble de la existencia del impuesto de plusvalía municipal: un tributo que, haya o no ganancias con la operación, todo vendedor tiene que pagar al ayuntamiento en el que reside. "Es un atraco, es una barbaridad lo que hay que pagar", denuncia una afectada que tras vender un piso tiene que desembolsar al Concello casi el 20% del importe logrado con la transacción.

En el caso de Galicia, son un total de 115 concellos -casi el 40% de la comunidad- los que cobran por la venta de inmuebles en suelo urbano ya que se trata de un impuesto voluntario que el ayuntamiento decide si aplica o no, como el de construcción. Pese a la crisis del ladrillo, que ha provocado un descenso de las operaciones de compraventa de inmuebles en casi un 50% y también de más de un 30% del precio, las arcas municipales ingresan un 9% más que hace cinco años. La recaudación final se ha quedado bastante por encima de las previsiones realizadas en los presupuestos para cada ejercicio. Hasta un 17% más de lo previsto llegaron a ingresar los ayuntamientos gallegos en los últimos años. Si en las cuentas de 2012, la previsión de ingresos por el impuesto de plusvalía no llegaba a 25,4 millones de euros, la recaudación final en el conjunto de la comunidad superó los 29,7 millones de euros. En 2013, último año del que el Ministerio de Hacienda dispone de datos sobre los importes generados por cada tributo, los ayuntamientos de la comunidad preveían ingresar 25,8 millones por la venta de bienes en suelo urbano y finalmente se superaron los 29,5 millones. Las previsiones para el ejercicio pasado son similares a las de años anteriores: 25,7 millones.

¿Quién tiene que pagar el impuesto de plusvalía? Todo aquel que venda un terreno urbano, ya sea una vivienda, una finca o una oficina o bajo comercial, realice una permuta, donación o reciba una herencia. ¿Cómo se calcula la cantidad a abonar al concello? Haya habido o no ganancia con la transacción, el importe a pagar se halla sobre el valor catastral y el número de años que se ha tenido el bien en propiedad.

Se logre o no ganancia alguna con la venta de una vivienda o terreno urbano, los propietarios están obligados por ley a pagar el impuesto de plusvalía municipal en aquellos municipios que lo apliquen. Juristas y economistas consultados por este periódico coinciden en que lo primero que hay que hacer es pagar el tributo y después reclamar su devolución. Sin embargo para pleitear, los juristas advierten de que no resulta rentable cuando la cantidad que se reclama es inferior a 5.000 euros por los costes que acarrea el proceso.

Constitucional

En los últimos meses, juzgados de todo el país dictaron sentencias que obligan a los ayuntamientos a devolver el impuesto de plusvalía al no apreciar aumento de valor en el inmueble vendido.

A estos recientes fallos se suma la cuestión de inconstitucionalidad planteada por un juzgado de los Contencioso-Administrativo de San Sebastián por el caso de una empresa que en el año 2003 compró un terreno por 3,1 millones y en 2014 los vendió por 600.000 euros. Pese a la importante minusvalía, la compañía tuvo que pagar al ayuntamiento 18.000 euros de plusvalía. Economistas gallegos advierten de que si el Tribunal Constitucional anula este pago, los ayuntamientos se enfrentarán a devoluciones millonarias, ya que los contribuyentes afectados podrán pedir la anulación de las sentencias desfavorables que recurriesen.

Haz click para ampliar el gráfico