Multitud de representantes de la vida cultural y autoridades militares, religiosas y civiles se dieron cita en la entrega de la máxima distinción de la comunidad, pero también hubo ausencias que se hicieron notar. Como la del alcalde de Santiago -ciudad anfitriona del acto-, Martiño Noriega, al que su predecesor en el cargo, Agustín Hernández, y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, afearon su actitud. Para Hernández el que no acudiera supone "un error que perjudica a la ciudad", mientras Rueda tachó su ausencia de "clamorosa". Este destacó que la falta de Noriega en un acto que se realiza "en la víspera del Día de Santiago" es "muy señalada". "No hay duda", dijo, "de que el ciudadano Noriega puede hacer lo que le dé la gana y no lo discute nadie, pero el alcalde Noriega creo que debería ser consciente de lo que hoy se está celebrando y de lo que hoy supone, por tanto su ausencia es destacable". Frente a su ausencia, agradeció que acudieran los regidores de A Coruña, Lugo y Ourense.

"En opinión de la Xunta es seguir confundiendo las cosas y gravemente", indicó, para añadir que "el respeto institucional está por encima de cualquier postura personal" y proclamar que "cuando uno es alcalde representa a todos sus vecinos, no a unos pocos ni a sí mismo".

Noriega salió al paso de las críticas, en las que ve "mala fe", lamentando que el PP busque un "choque institucional". "Estoy harto de determinadas actitudes o de buscar conflictos donde no los hay", señaló. Noriega justificó su ausencia por un acto de homenaje a Isaac Díaz Pardo y su padre, Camilo Díaz Baliño.