Los vaivenes del sector lácteo también son objeto de análisis por parte de entidades financieras como el banco holandés Rabobank, que pronostica el inicio de la recuperación de los precios en el sector para el segundo semestre del próximo año.

Un informe de la entidad asesta un nuevo duro golpe al sector del vacuno de leche, tan necesitado de buenas noticias, ya que considera muy poco probable que los precios se recuperen en lo que queda de año. El estudio asegura que la producción mundial de leche sigue creciendo a un ritmo mayor que la demanda. El desequilibrio continuará en 2016, ya que la demanda de China y Rusia permanecerá débil, por diferentes razones de índole económico y político, respectivamente.

Rabobank confía en que la primera mitad de 2016 traerá mejores perspectivas de recuperación de los precios, aunque el aumento más significativo no se producirá antes de la segunda mitad del año. Los analistas del banco se muestran optimistas en cuanto al escenario internacional para los lácteos en el mediano y largo plazo. La argumentación se basa en que los mercados emergentes precisan cada vez más de una mejor alimentación y la leche es clave por su elevado valor nutricional.

Además muchos países de África y Asia están aumentando el consumo. A largo plazo, son pocos los que conseguirán incrementar la producción.

China, que venía importando a volúmenes muy elevados, redujo las compras por la recuperación de la producción doméstica. Entonces comenzó a importar menos. Por su parte Rusia mantiene la prohibición de importar productos desde la Unión Europea y esto ha significado la colocación de 3 billones más de litros de leche por parte de la UE en el mercado mundial.

Aumentó la oferta y la demanda perdió vigor. En ese contexto era lógico que los precios bajasen, aunque no de manera tan acentuada. Lo que nadie duda ya es que la leche está sujeta a ciclos variables y una gran volatilidad de precios. No obstante, a medida que la demanda se recupere un poco en China y Rusia, y que la producción caiga en respuesta a los bajos valores, el mercado tenderá a encontrar un nuevo equilibrio con precios mayores. Si eso ocurre habrá un atisbo de esperanza para los ganaderos gallegos.