Si la comunidad en sí misma fuera un contribuyente más y tuviera que afrontar el pago del IBI, el recibo sería descomunal. El valor de las propiedades urbanas de Galicia ante el Catastro se sitúa en 93.300 millones de euros. Un 51% más que en 2006. Lo que da una idea de la meteórica evolución del paisaje regional en estos últimos años, con un aumento del 20% en el número de parcelas, del 46% en la superficie de estas -alcanzan las 105.566 hectáreas- y, por supuesto, en los inmuebles. En 2006 había 2,219 millones. En 2015 son 2, 791. En nueve años se levantaron 572.000.

Los mayoritarios son los de uso residencial. Concretamente, 1.572.217, con un incremento del 14%, más de 195.000 viviendas, que suman un valor catastral total de 61.594 millones de euros.

En la comunidad gallega hay un total de 614.624 parcelas urbanas sin edificar. Y en este caso sí cae la tasación de la Dirección General del Catastro. El valor medio son 10.000 euros, lo que se traduce en una caída respecto a 2014 cercana al 1%.

El número de inmuebles destinados a almacén y estacionamiento, según los últimos datos que acaba de actualizar el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, asciende a 382.600; 85.600 con fines comerciales; 4.457 culturales; 19.700 destinados a oficinas; 7.500 con función religiosa; y algo más de 1.000 los inmuebles de características singulares.

En todos los usos crece el parque de inmuebles, salvo en dos. Hay alrededor de 200 inmuebles menos del sector del ocio y la hostelería que en 2014 y cerca de una decena menos también en los dedicados a espectáculos.