Acaban de aterrizar de su última vuelta al mundo y ya están recorriendo Galicia en coche. Él es gallego y diseñador gráfico. Ella, polaca y licenciada en Ciencias Políticas. Son Adrián Rodríguez y Gosia Bendrat, los creadores de MolaViajar, una web de viajes, en la que comparten de manera divertida y cercana sus experiencias viajando por el mundo, consejos prácticos para el trayecto y anécdotas que les han ido sucediendo con el paso de los trenes. Viven para viajar y viajan como modo de vida, recorriendo el mundo como si de un pequeño circuito se tratase, en el que no existen distancias ni límites. Su viaje, y el principio de esta historia, empieza en Tailandia.

La pareja visita el país asiático durante cinco semanas en 2008. Allí se dan cuenta de que viajar poco más de un mes no es algo tan desmesurado y, menos aún, comparado con el espíritu itinerante que allí se respira. Gente recorriendo el mundo durante meses o incluso años y pudiendo costearlo. ¿Cómo se puede viajar tanto sin trabajar?, se preguntaron. Fue allí donde descubrieron que hay formas y destinos que no exigen mucho más que tiempo y ganas de conocer, y que es posible vivir durante meses con una pequeña cantidad de dinero.

Con este dato presente, en 2009 Adrián deja su trabajo en una agencia de diseño en Barcelona y Gosia abandona la tienda para la que estaba trabajando en la ciudad condal. Con parte de la familia escandalizada por este cambio, la pareja decide coger sus bártulos y cumplir su sueño de recorrer el sudeste asiático. Para que la familia "supiese que seguíamos vivos", explica Adrián, empezaron un blog contando sus experiencias. Gosia, a su vez, tradujo el blog al polaco. A finales de 2011, se casan (la primera de las seis veces que lo harán desde entonces por diferentes ritos) y deciden vivir su luna de miel durante ocho meses dando la vuelta al mundo mediante couchsurfing (gente que presta su sofá a viajeros), haciendo autostop o transportando caravanas para viajar gratis. "Apenas gastamos 500 euros en alojamiento en todos esos meses", explica Adrián. Es en este viaje en el que deciden empezar a grabar vídeos para ilustrar las experiencias que contaban en el blog. "De repente vimos que a la gente le encantaba y que nos seguían", cuenta Adrián.

Con el tiempo MolaViajar se fue convirtiendo en una marca propia y en una garantía de éxito. IATI Seguros y la empresa colombiana Totto fueron sus primeros padrinos, y los que les permitieron sufragar algunos de los gastos de sus viajes. Hoy en día, son las propias empresas las que acuden a ellos para que hagan campañas de sus productos con un toque fresco y diferente.

Especialmente después de su última pericia. "Si llegamos a 50.000 suscriptores damos la vuelta al mundo con nuestra hija de año y medio en 80 días". Éste fue el mensaje de la pareja en su canal de YouTube. En apenas un mes tenían el objetivo logrado y un plan de viaje que debían adaptar a los horarios y necesidades de un bebé. Al llevar a una niña tan pequeña, optaron por destinos "totalmente seguros", comenta Adrián. Sin embargo, eso no les quitó el temor del cuerpo. "Antes de irnos de viaje con Daniela yo estaba atemorizado. Pensando si estaría haciendo lo correcto. Y una vez que pasó pensé ¡pero por qué me preocupé tanto!". La pareja se fue y vivió una experiencia inolvidable junto a su hija, aprendiendo una gran lección a su vuelta. "Al final la vida es eso, si temes no haces nada. Si yo no hubiera dejado mi trabajo de diseñador no estaría haciendo lo que de verdad me gusta que es viajar, al final todas las decisiones tienen un riesgo. Si quieres hacer algo, hazlo, si no, no vas a avanzar nunca", dice Adrián orgulloso. "Me he puesto un poco filosófico no", comenta entre risas.

Con esfuerzo y muchas horas de coche, barco y avión, MolaViajar es a día de hoy, el canal de viajes con más suscriptores de YouTube de España, con más de 61.000 personas enganchadas a sus aventuras. Les falta por cumplir el sueño de recorrer Sudamérica y escalar el Machupichu. En la actualidad pueden vivir de su pasión aunque con el reconocimiento también llega la presión. "En los vídeos es todo muy bonito pero es un trabajo, es difícil y hay que tener contentas a las marcas", afirma Adrián. Quizá, después de todo, ellos también necesiten unas vacaciones.