La posibilidad de que Edgewater y su filial Mineira de Corcoesto extraigan oro de la mina situada en el municipio coruñesa de Cabanas de Bergatiños ya es historia. El último paso que quedaba para liquidar el proyecto, que se decretase que habían caducado los derechos de explotación de la mina, lo acaba de dar la Xunta.

En una respuesta escrita enviada a AGE, el Gobierno autonómico confirma la caducidad de la concesión por lo que si de nuevo otra empresa o la misma quisiesen volver a explotar la mina deberían empezar de nuevo con todos los permisos.

En julio de 2011, Edgewater Exploration, una firma con sede en Vancouver, presentó ante la Consellería de Medio Ambiente el documento de inicio de evaluación ambiental para explotar la mina de Bergantiños. En diciembre 2012, la Xunta aprobó la declaración de impacto ambiental (DIA) con lo que avaló la puesta en marcha de una mina de oro a cielo abierto en Corcoesto

En un octubre de 2013, la Consellería de Industria rechazó el plan de extracción al alegar que la compañía no cumplía los requisitos técnicos y económicos. El principal escollo para los planes de Mineira de Corcoesto fue que la Xunta exigió una solvencia mínima del 25% de fondos propios sobre la inversión del proyecto, lo que suponía que la empresa debía reunir 27 millones en su balance con esta naturaleza, de los 110 que preveía invertir.

En marzo de 2014, la Xunta volvió a denegar el proyecto. Mineira de Corcoesto presentó un recurso contra la decisión, al que se le unió otro a principios de 2015. En este caso fue un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. La compañía acudió a la vía judicial para reclamar que la Xunta le devolviese la cantidad que había invertido en poner en marcha el proyecto. Mineira de Corcoesto lo cifró en 20 millones, más los daños causados a la imagen de la empresa.

Entre medias, la compañía canadiense anunció que había llegado a un acuerdo con un socio español para que le comprase una parte de la explotación. Al final no hubo firma.

Y ahora acaba de llegar el finiquito del proyecto. El pasado 30 de enero, el secretario xeral técnico, por delegación del conselleiro de Economía, resolvió desestimar el recurso que puso la firma contra la denegación del proyecto de explotación de la mina de oro. Dos días más tarde, la Dirección Xeral de Energía e Minas instó a la Jefatura Territorial de A Coruña la incoación de un procedimiento para declarar caducada la concesión de la explotación en Corcoesto. En mayo, se había iniciado el expediente de caducidad.

Cumplidos estos trámites y tras el análisis de las alegaciones presentadas por la compañía canadiense, el pasado 7 de agosto se dictó la resolución por la que se declara la caducidad de los derechos de explotación en Corcoesto. Es ahora, gracias a una pregunta de AGE, cuando se hace público esta resolución.

El proyecto de una enorme explotación minera de oro a cielo abierto, que toca tres municipios de A Coruña (Cabana de Bergantiños, Coristanco y Ponteceso), levantó un gran rechazo social. La causa era el uso de cianuro para lavar la roca y obtener así el metal preciado. Además, la fragmentación de la piedra libera arsénico, según los detractores de la mina.

En un comunicado, la asociación Plataforma pola Defensa de Corcoesto e Bergantiños aseguró que la decisión de la Xunta supone "decaer los derechos" que fueron "concedidos irregularmente". Este colectivo expresó su "satisfacción" por esa resolución frente a lo que calificó de "intentos de nuevo colonialismo".