El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, apostó desde Buenos Aires por facilitar el voto a los españoles residentes en el exterior y garantizar "que a la gente que quiera votar no se le haga tan difícil". Desde la reforma pactada por PP y PSOE en el Congreso en 2011, los emigrantes no pueden votar en las elecciones municipales; mientras que en autonómicas y generales deben solicitar la papeleta si quieren participar. El llamado voto rogado ha hecho caer en picado la participación de la diáspora.

"Lo fundamental es garantizar la seguridad, también garantizar que no se va a producir ningún fraude, pero también garantizar que la gente que quiera votar no se le haga tan difícil que a lo mejor, al final, desista de eso", defendió Rueda a poco más de dos meses de las generales. Admitió además las dificultades de muchos españoles residentes en el extranjero para votar y sostuvo la "necesidad de volver a recuperar el sistema de voto" existente con anterioridad a la reforma electoral de 2011.

Acompañado por el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez-Miranda, Rueda hizo gala de los vínculos que unen a los gallegos de la diáspora y remarcó que tiene los mismos derechos y merecen la misma atención que cualquier otro ciudadano gallego.